Considerado el último representante de la estirpe de grandes muralistas mexicanos, Juan O’Gorman, inauguró la arquitectura moderna en México, basada en la corriente funcionalista siguiendo las ideas del reconocido arquitecto suizo Le Corbusier.
A 33 años de su fallecimiento, ocurrido el 18 de enero de 1982, el arquitecto, pintor y muralista mexicano es recordado por su contribución al arte mexicano, en el que siempre intentó plasmar sus ideas revolucionarias, hecho le causó ser víctima de la censura en un momento de su carrera. Hijo mayor del pintor irlandés Cecil Crawford O’Gorman y de Encarnación O’Gorman Moreno, Juan nació el 6 de julio de 1905 en el barrio de Coyoacán.
Fue el mayor de cuatro hermanos, y la formación típicamente británica que recibió desde pequeño siempre fue contraria a las ideas revolucionarias de libertad que pregonó tanto en su vida como en su obra. Tras sus estudios elementales y secundarios, O’Gorman se inscribió en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México y después de graduarse optó por estudiar una ingeniería como complemento a su formación académica. De acuerdo con información publicada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el artista fue atraído inmediatamente por la corriente funcionalista, la cual buscaba la satisfacción de las necesidades funcionales y el máximo aprovechamiento de los recursos económicos.
Su estrecha amistad con Diego Rivera y Frida Kahlo lo llevó a construir en 1928 la casa-estudio de los pintores mexicanos, constituida de inmuebles cúbicos de estilo modernista, con estudios amplios, iluminados y de techos altos. Debido a la profesión de su padre, O’Gorman siempre tuvo una relación cercana con la pintura y la practicaba durante sus momentos de ocio con fines de relajación y distracción. Sin embargo lo que comenzó siendo un pasatiempo o actividad lúdica, poco a poco se convirtió en una ocupación habitual.
Dentro del plano de la pintura, su más destacada obra son los murales realizados en el Museo Nacional de Antropología, que ilustran la historia de la aviación. Así como el mural en el aeropuerto de la Ciudad de México, del cual fueron retirados dos de los tres paneles que lo constituyen debido a su carácter anticlerical y fascista. En la pintura de caballete, O'Gorman abordó temas complejos y características diversas en las que predominó el sarcasmo macabro.
Las técnicas que utilizó durante su carrera fue el temple o pintura a emulsión, para sus cuadros y para sus murales, el fresco. Una de las máximas preocupaciones de O’Gorman, tal vez su anhelo estético más emblemático, fue la unificación de pintura y arquitectura en un mismo acto creado, por lo que esconsiderado uno de los precursores del collage y su introducción en los medios artísticos latinoamericanos.
Juan O’Gorman fue miembro de la Academia de Artes y en 1972 recibió el Premio Nacional de Artes, por su aportación a los campos artísticos pictórico y arquitectónico. Sumido en una profunda depresión después de ver arruinadas sus obras, murió el 18 de enero de 1982, y sus restos se encuentran en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
0 comments:
Publicar un comentario