orres que albergan viviendas ecológicas en altura y dotadas de un diseño que combina la naturaleza con la arquitectura moderna. Así se define 'Paris Smart City 2050', el imponente proyecto arquitectónico de Vincent Callebaut con el que pretende dotar a la capital francesa de ocho edificaciones de alta eficiencia en zonas emblemáticas.
El proyecto nace de un trabajo de investigación para integrar construcciones en altura y que, a su vez, consigan proporcionar energía a las estructuras colindantes. Todo ello en un marco de respeto al entorno en el que se asientan y con el objetivo del cumplimiento del plan para la reducción del 75% de la emisión de gases nocivos de efecto invernadero en la ciudad. Asistimos, en definitiva, al desarrollo de un diseño innovador que pretende mejorar la calidad de vida de los ciudadanos parisinos.
"París está condenada a ser una ciudad museo", lamenta Callebaut. Un equipo de ingenieros acompaña a este arquitecto belga de 37 años, que se queja de una falta de ambición política y de la escasez de ideas sostenibles para el futuro. Estos escollos le han llevado a impulsar la propuesta de smart city para la capital francesa. Numerosos premios avalan el trabajo de Callebaut, reconocido internacionalmente por desarrollar ideas arquitectónicas en más de una docena de países.
Cada bloque, una 'función sostenible'
Cada una de las ocho tipologías se caracteriza por cumplir una función en beneficio del medio ambiente o responder a una problemática de una zona concreta de la ciudad.
Las 'Antismog towers' tratan de combatir el esmog (un anglicismo que la RAE define como niebla mezclada con humo y partículas en suspensión) y buscan filtrar la contaminación. Además, dispondrán de viviendas asentadas en zonas verdes, lo que significa una reducción del impacto en el suelo.
Otra tipología, la 'Photosynthesis tower', presume de poder realizar la fotosíntesis y de convertir a la torre Montparnasse en un auténtico 'Central Park vertical'. Aunque los bocetos más peculiares están diseñados con forma de panal de abeja, de flora de bambú o, incluso, de un concepto de 'granjas en altura' que permitirían a sus titulares emprender su propia producción agrícola.
No obstante, en todo este proyecto existe un denominador común al total de las tipologías: las ocho construcciones contemplan la capacidad de albergar uso residencial, lo que permitiría suavizar la crisis inmobiliaria que azota a la ciudad, cuyo precio por metro cuadrado se torna prohibitivo.
'Paris Smart City 2050' presenta técnicas de construcción innovadoras. Uno de los inmuebles produce incluso su propio biocombustible gracias a la fachada aislante. Además, utilizando la luz solar, consigue generar electricidad propia para el edificio.
Aunque la característica más original responde a una estructura que hace la función de puente y al mismo tiempo utiliza la energía hidráulica del río sobre el que se asienta. "Un sistema térmico con bomba de calor permitirá transformar las calorías del río Sena en calefacción para el edificio", explica Callebaut en el dossier del proyecto. Este puente 'con inquilinos' dará paso a una forma de urbanismo innovadora y sostenible.
En definitiva, este nuevo concepto de arquitectura devuelve las ventajas de la naturaleza al corazón de una ciudad europea, aunando la tecnología que permite desarrollar nuevas técnicas de construcción con la protección del planeta.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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