En la pugna legal por el destino del Polyforum Siqueiros, Alfredo Suárez Ruiz, dueño del inmueble, perdió una nueva partida contra el Instituto Nacional de Bellar Artes (INBA).
Mediante una sentencia hecha pública este lunes, a Suárez Ruiz se le negó el amparo que interpuso contra el Instituto en abril pasado, con el que pretendía mantener viva la posibilidad de desplazar el Polyforum unos metros hacia insurgentes.
El documento aclara las dudas sobre los planes del dueño para el inmueble, quien en reiteradas ocasiones, a pregunta expresa, negó querer desplazar el edificio, y no había informado a detalle los motivos por los que interpuso el amparo.
En los últimos meses, el recinto, que resguarda murales de David Alfaro Siqueiros, ha estado en la mira ciudadana, institucional y legislativa a causa de la incertidumbre que suscitaron los planes arquitectónicos de la familia Suárez.
La agencia Reforma dio a conocer el mes pasado que la propuesta de los dueños de mover el Polyforum 30 metros hacia insurgentes, y rotarlo 90 grados, fue entregada al INBA desde octubre de 2013.
El proyecto, según detalló el arquitecto Esteban Suárez Innis, hijo del propietario, tenía como objetivo construir un complejo de cuyas rentas se pueda obtener dinero para conservar los murales.
En términos generales, la sentencia declara infundados los reclamos de Suárez Ruiz hacia el INBA, institución que, según lo expuesto en la demanda de amparo, supuestamente había autorizado el proyecto de desplazamiento para después retractarse sin ofrecer explicación.
Ahora, lo dictado por la juez primero de distrito en materia administrativa en el DF, Paula María García Villegas, establece que el dueño no pudo acreditar que alguna vez hubiera obtenido permiso del INBA, como argumentó.
Incluso con la pugna entre el INBA y los Suárez, lo que ninguna de las partes niega es la necesidad de atención de los 8 mil 500 metros cuadrados de obra muralística de Siqueiros.
Los Suárez estiman que se necesitan alrededor de 100 millones de pesos para su restauración, más el monto de su mantenimiento constante, dinero que no tienen, aseguraron, por lo que buscan nuevas formas de financiamiento.
El INBA, recomendó a través de un estudio del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) que los murales sean desmontados y restaurados en un taller.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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