Una de las tantas historias que encierra San Juan de Ulúa es la de Jesús Arriaga, mejor conocido como Chucho “el roto”, una especie de bandido generoso, que por sus fechorías fue encarcelado dos veces en dicha fortaleza veracruzana, por lo que algunos nativos cuentan que su alma se quedó atrapada allí.
Estas anécdotas, leyendas y personajes le dan un valor muy singular a la construcción, que data de los tiempos de Hernán Cortés; con el fin de revitalizarla, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lanzó una convocatoria para iluminarla, para resaltar ese gigante que emerge del mar.
La fortaleza veracruzana se podrá ver desde el puerto, con el nuevo sistema de iluminación que se instala y será inaugurado a mediados del 2012.
El INAH está trabajando, conjuntamente con los gobiernos municipales y estatales, para conservarlo, preservarlo y en este caso revitalizarlo por medio de la iluminación.
El ganador de la convocatoria para la revitalización del inmueble, fue el arquitecto mexicano Gustavo Avilés.
“Vivimos una arquitectura de 12 horas, a veces de 18, porque cuando la ciudad queda oscura los monumentos se pierden de vista, pasan al olvido”, advirtió el arquitecto Gustavo Avilés, al señalar que no es entendible disfrutar de una “arquitectura de mediodía”, en tanto que la noche es parte fundamental del cotidiano de una ciudad.
Bajo tal premisa es como el experto ha concebido importantes proyectos de iluminación nocturna. Avilés tiene una gran experiencia en este ámbito, trabajó en la iluminación de la catedral de México y en Santa Prisca (Taxco, Guerrero), como el del Centro Histórico de San Luis Potosí, y actualmente desarrollando el plan maestro para iluminar el Fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, que será inaugurado a mediados de 2012.
El objetivo principal que presentaron como proyecto, es no afectar o lastimar la estructura histórica de la fortaleza; todos los elementos que lo revitalizarán estarán sobrepuestos (iluminación interior) y colocados en puntos estratégicos lejos del edificio (iluminación exterior).
El concepto de iluminación que se pensó, debe destacar la fortaleza desde el malecón, que tiene alrededor de 14 ángulos, con el fin de obtener su perfil arquitectónico y a la vez, lograr identificar los componentes –el faro, el muro de argollas, la plaza de armas, etc. Para que esto sea posible se han realizado varias pruebas y visitas y la tecnología es la que logrará hacer realidad todo lo que se ha planeado.
El arquitecto Gustavo Avilés detalló el plan maestro de este proyecto lumínico, al participar en el X Encuentro Internacional de Revitalización de Centros Históricos.
Durante su participación en el segundo día de sesiones del X Encuentro Internacional de Revitalización de Centros Históricos, el arquitecto, reconocido internacionalmente como uno de los 10 mejores diseñadores de iluminación del mundo, detalló que el proyecto que dará luz a la fortaleza de San Juan de Ulúa está a punto de comenzar en su fase relativa a las pruebas de luz, en la que se definirán los detalles que deban modificarse.
El arquitecto Avilés explicó que el concepto del proyecto lumínico para este emblemático monumento histórico veracruzano, evoca al coral, las grandes argamasas vencidas por el tiempo, la salinidad; y busca recuperar el espíritu militar, histórico y de misterio que encierra el edificio colonial.
La propuesta de iluminación e este arquitecto es un gran reto, pues hará tiros largos de hasta 800 metros para iluminar el exterior. “Es un proyecto que tiene una dimensión oceánica, en donde no hay límites para la vista. Lo estoy concibiendo como un trabajo de largas distancias, es decir, tirar la luz desde el faro del puerto, para que refleje las dos torres de la fortaleza, estableciendo, con ello, la relación agua-tierra” dijo Avilés.
Al respecto, el arquitecto Salvador Aceves, asesor del INAH en materia de Monumentos Históricos, dijo que con el nuevo sistema de luminarias, el muro de las argollas —la parte más emblemática y antigua de la fortificación— y los baluartes de San Crispín y San Pedro, que limitan el muro, se podrán apreciar de noche desde el puerto.
Este proyecto, que se realiza en conjunción y bajo supervisión del INAH, abundó, busca también rescatar los diferentes momentos históricos del inmueble, desde su uso como instalación marítima, prisión, fortaleza, sede de gobierno y residencia de Venustiano Carranza; cada área con efectos particulares de acuerdo con cada etapa.
Aceves informó que esta iniciativa de iluminación se trabaja de manera paralela a la restauración arquitectónica del monumento, con la finalidad de dejar ductos y canalizaciones adecuados, conforme al plan de conservación del inmueble. Recordó que San Juan de Ulúa es sometido a un proyecto de restauración de largo plazo, cuyo objetivo inicial fue mantener en pie el edificio que tenía daños estructurales, provocados principalmente por el drenado del canal de navegación.
El especialista en iluminación comentó que en estas iniciativas se utiliza tecnología avanzada para que la iluminación no lastime, ni distorsione la arquitectura o los colores de la piedra, además de procurar que el consumo de la electricidad no sea excesivo.
Gustavo Avilés sigue para estos proyectos lumínicos un principio geométrico que no alterara la forma, soportado en el uso de la sombra y del claroscuro. A decir del arquitecto, “el edificio tiene un lenguaje propio, habla en sí mismo, por lo que hay que tratar de reconocer el lenguaje arquitectónico y no iluminarlo, sino presentarlo en luz, ver la luz que el edificio proyecta, no la que le proyectamos a este”.
Estas anécdotas, leyendas y personajes le dan un valor muy singular a la construcción, que data de los tiempos de Hernán Cortés; con el fin de revitalizarla, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) lanzó una convocatoria para iluminarla, para resaltar ese gigante que emerge del mar.
La fortaleza veracruzana se podrá ver desde el puerto, con el nuevo sistema de iluminación que se instala y será inaugurado a mediados del 2012.
El INAH está trabajando, conjuntamente con los gobiernos municipales y estatales, para conservarlo, preservarlo y en este caso revitalizarlo por medio de la iluminación.
El ganador de la convocatoria para la revitalización del inmueble, fue el arquitecto mexicano Gustavo Avilés.
“Vivimos una arquitectura de 12 horas, a veces de 18, porque cuando la ciudad queda oscura los monumentos se pierden de vista, pasan al olvido”, advirtió el arquitecto Gustavo Avilés, al señalar que no es entendible disfrutar de una “arquitectura de mediodía”, en tanto que la noche es parte fundamental del cotidiano de una ciudad.
Bajo tal premisa es como el experto ha concebido importantes proyectos de iluminación nocturna. Avilés tiene una gran experiencia en este ámbito, trabajó en la iluminación de la catedral de México y en Santa Prisca (Taxco, Guerrero), como el del Centro Histórico de San Luis Potosí, y actualmente desarrollando el plan maestro para iluminar el Fuerte de San Juan de Ulúa, en Veracruz, que será inaugurado a mediados de 2012.
El objetivo principal que presentaron como proyecto, es no afectar o lastimar la estructura histórica de la fortaleza; todos los elementos que lo revitalizarán estarán sobrepuestos (iluminación interior) y colocados en puntos estratégicos lejos del edificio (iluminación exterior).
El concepto de iluminación que se pensó, debe destacar la fortaleza desde el malecón, que tiene alrededor de 14 ángulos, con el fin de obtener su perfil arquitectónico y a la vez, lograr identificar los componentes –el faro, el muro de argollas, la plaza de armas, etc. Para que esto sea posible se han realizado varias pruebas y visitas y la tecnología es la que logrará hacer realidad todo lo que se ha planeado.
El arquitecto Gustavo Avilés detalló el plan maestro de este proyecto lumínico, al participar en el X Encuentro Internacional de Revitalización de Centros Históricos.
Durante su participación en el segundo día de sesiones del X Encuentro Internacional de Revitalización de Centros Históricos, el arquitecto, reconocido internacionalmente como uno de los 10 mejores diseñadores de iluminación del mundo, detalló que el proyecto que dará luz a la fortaleza de San Juan de Ulúa está a punto de comenzar en su fase relativa a las pruebas de luz, en la que se definirán los detalles que deban modificarse.
El arquitecto Avilés explicó que el concepto del proyecto lumínico para este emblemático monumento histórico veracruzano, evoca al coral, las grandes argamasas vencidas por el tiempo, la salinidad; y busca recuperar el espíritu militar, histórico y de misterio que encierra el edificio colonial.
La propuesta de iluminación e este arquitecto es un gran reto, pues hará tiros largos de hasta 800 metros para iluminar el exterior. “Es un proyecto que tiene una dimensión oceánica, en donde no hay límites para la vista. Lo estoy concibiendo como un trabajo de largas distancias, es decir, tirar la luz desde el faro del puerto, para que refleje las dos torres de la fortaleza, estableciendo, con ello, la relación agua-tierra” dijo Avilés.
Al respecto, el arquitecto Salvador Aceves, asesor del INAH en materia de Monumentos Históricos, dijo que con el nuevo sistema de luminarias, el muro de las argollas —la parte más emblemática y antigua de la fortificación— y los baluartes de San Crispín y San Pedro, que limitan el muro, se podrán apreciar de noche desde el puerto.
Este proyecto, que se realiza en conjunción y bajo supervisión del INAH, abundó, busca también rescatar los diferentes momentos históricos del inmueble, desde su uso como instalación marítima, prisión, fortaleza, sede de gobierno y residencia de Venustiano Carranza; cada área con efectos particulares de acuerdo con cada etapa.
Aceves informó que esta iniciativa de iluminación se trabaja de manera paralela a la restauración arquitectónica del monumento, con la finalidad de dejar ductos y canalizaciones adecuados, conforme al plan de conservación del inmueble. Recordó que San Juan de Ulúa es sometido a un proyecto de restauración de largo plazo, cuyo objetivo inicial fue mantener en pie el edificio que tenía daños estructurales, provocados principalmente por el drenado del canal de navegación.
El especialista en iluminación comentó que en estas iniciativas se utiliza tecnología avanzada para que la iluminación no lastime, ni distorsione la arquitectura o los colores de la piedra, además de procurar que el consumo de la electricidad no sea excesivo.
Gustavo Avilés sigue para estos proyectos lumínicos un principio geométrico que no alterara la forma, soportado en el uso de la sombra y del claroscuro. A decir del arquitecto, “el edificio tiene un lenguaje propio, habla en sí mismo, por lo que hay que tratar de reconocer el lenguaje arquitectónico y no iluminarlo, sino presentarlo en luz, ver la luz que el edificio proyecta, no la que le proyectamos a este”.
por iiarquitectos y arq.com.mx
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