Shigeru Ban es un arquitecto japonés que en dos oportunidades en este año ha ocupado los podios de mayor prestigio en el mundo.
El día 24 de marzo se le anunciaba como ganador del Premio Pritzker de Arquitectura; asimismo, en septiembre se le concedió el primer lugar en un concurso para encontrar al talento que construirá el Museo de Bellas Artes de Tainan, ciudad localizada en el sur de Taiwán. A Ban se le conoce sobre todo por el uso inteligente en sus edificios de materiales reciclados, tales como el cartón o el papel y, por supuesto, la importancia de la utilización de dichos materiales es que éstos permiten erigir construcciones baratas y con calidad.
Así pues, Ban tiene un cuidado especial en trabajar para causas humanitarias. Los mejores ejemplos de su genuina preocupación los podemos hallar en los terremotos que asolaron las ciudades de Christchurch y Chengdu, en Nueva Zelanda y China, respectivamente. El arquitecto nipón se envolvió en los planes de restauraciones de las comunidades locales afectadas, lográndolo con gran eficacia. No admira, pues, que uno de los jurados que atribuyó el premio a Ban haya afirmado que el japonés “es una fuerza de la naturaleza, que es muy pertinente teniendo en cuenta su trabajo voluntario para los indigentes y los desamparados en zonas que han sido devastadas por desastres naturales.”
Reconstrucciones de viviendas después del huracán Katrina. Nueva Orleans, Estados Unidos. 2009.
Nunca en la toda la historia de los Estados Unidos un huracán había arrasado tan gravemente y sin misericordia una localidad como lo hizo en Nueva Orleans en el 2005. Se trata del desastre natural que más perjuicios provocó a la economía americana, sin contar con los casi 2000 muertos y las decenas de miles de puestos de trabajo arruinados. Para colmatar los innumerables daños, la fundación Make It Right se encargó de construir casas para los desalojados y ayudar a la reconstrucción de la ciudad. Trabajando en conjunto con varios arquitectos respetados a nivel mundial —uno de ellos Shigeru Ban— se consiguieron edificar muchas viviendas.
Otra catástrofe natural, esta vez en su natal Japón, llamó la atención de Ban. En el pueblo de Onagawa, ubicado en la prefectura de Miyagi, los efectos del terremoto y tsunami del 2011 fueron devastadores: el centro de la ciudad fue inundada con cerca 15 metros de agua, el montante de los desaparecido se elevó a más de mil y se confirmaron 300 muertes. Al enterarse de la situación, Shigeru Ban no dudó en colaborar con el gobierno japonés en ayudar a las víctimas. Según Lamudi, se erigieron nueve edificios para dar habitación a cerca de 189 familias.
Este museo estará localizado en la ciudad de Tainán para impulsar el desenvolvimiento cultural de esta importante urbe taiwanesa que, efectivamente, goza ya de un considerable ambiente artístico. El interés del gobierno local es serio, como lo atesta el presupuesto destinado para la construcción del museo: cerca de dos millones de nuevos dólares taiwaneses, lo que equivale a algo de sesenta mil dólares estadounidenses.
Considerando que Shigeru Ban, de acuerdo a este artículo de la constructora M.C.D., tiene oficinas en Paris, Nueva York y Tokio, y que asimismo a lo largo de su meritoria carrera ha trabajado en diversos puntos del orbe, se podría secundar fácilmente lo que expresó Tom Pritzker, presidente de la organización de Pritzker, cuando se le otorgó el premio a Ban, que éste arquitecto japonés ha hecho de este mundo un lugar mejor para vivir a través de su labor altruista por diversos continentes, y esto ayudando a los necesitados y al mismo tiempo construyendo obras de arte que deleitan a cualquier ojo humano.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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