El Centro Pompidou-Metz destaca por su diseño arquitectónico vanguardista con su original cubierta de madera.
Si el Centro Cultural George Pompidou de París es aclamado por su espectacular fachada de metal, su hermano pequeño, el Centro Pompidou-Metz, se ha creado una identidad propia gracias a su original cubierta de madera. Estos dos museos de arte contemporáneo franceses albergan valiosas exposiciones en su interior, pero también destacan por su diseño arquitectónico vanguardista.
Nos hemos fijado en el Pompidou-Metz por el magistral uso que hace de nuestro material fetiche en la cubierta de este museo, obra del afamado arquitecto japonés Shigeru Ban.
El edificio está formado por una gran estructura hexagonal con tres galerías en voladizo que se extienden a lo largo de toda la construcción. El espacio se organiza alrededor de una torre central de madera de 77 metros de altura. El número no es casual, sino que hace referencia al año 1977, en el que abrió sus puertas el Centro Pompidou original, situado en el centro de París.
El aspecto más emblemático del museo es su cubierta de madera, por su complicada ejecución y gran tamaño, que alcanza los 8.000 metros cuadrados. La cubierta está compuesta por vigas de madera laminada que forman una retícula hexagonal que pretende imitar el patrón que siguen los sombreros chinos tejidos con paja. Para cubrir la estructura de madera que permitiera el paso de la luz al espacio interior, se utilizó una membrana de fibra de vidrio translúcido.
El centro puede acoger, entre otros usos, numerosas exhibiciones de arte contemporáneo gracias a sus 5 000 m² de espacio de exposición.
Contemplado como un conjunto, el Centro Pompidou-Metz emerge como una inmensa carpa rodeada de una plaza frontal y dos jardines, ocupando en su totalidad 10.700 metros cuadrados. En definitiva, un edificio digno de ser anexo del Pompidou parisino.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
0 comments:
Publicar un comentario