La “Casa cuatro” está situada en un terreno de forma muy irregular. En un entorno muy apacible, donde los vecinos están abocados en tener un buen contexto urbano: arbolado, tranquilo y libre en lo posible de autos en la calle.
El emplazamiento de la casa utiliza los dos linderos laterales en forma de abanico dejando al frente dos ingresos para autos en semisótano con las puertas encontradas y generando una plataforma para el ingreso peatonal. Estos dos linderos dieron la forma de un “boomerang”, pudiendo aumentar el perímetro de la relación casa-jardín en la parte posterior. El concepto formal parte de un gran cuerpo doblado que se asoma detrás de un potente muro que cobija la casa, recubierto de cantera gris, y a su vez flota sobre un muro muy artesanal hecho de tiras de cantera negra.
El segundo nivel parece flotar y genera un voladizo que cobija al visitante.
Al ingresar a la casa el visitante es recibido por un patio interior de doble altura, donde se encuentra contenido un árbol de 6 metros de altura que genera una atmósfera muy tranquila.
La casa utiliza materiales muy sencillos: aplanados, acero blanco, aluminio esmaltado, madera de nogal y vidrios templados.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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