Este rascacielos diseñado por los arquitectos italianos Paolo Venturella + Angelo Balducci recibe el nombre de Twilt Tower porque su diseño surge como una combinación de una torsión (twisted) y una inclinación (tilted).
Se trata del edificio más alto de Roma con 120 metros, situado en una zona residencial limítrofe con el EUR (Exposición Universal de Roma 1942), y cuyos paneles solares aparecen como un elemento extraño en su cubierta. El proyecto examina la idea de "integración" entre la arquitectura y la energía renovable. Aquí, los arquitectos ofrecen una forma radicalmente diferente para el edificio.
La forma de la Torre Twilt ayuda a la integración de la energía renovable (paneles fotovoltaicos) con la arquitectura en altura. En esta ocasión la forma nace teniendo en cuenta una de las funciones principales del edificio, y no como ocurre en la mayoría de los rascacielos.
En esta propuesta, la inclinación y rotación de la fachada facilitan la captación de energía solar a lo largo del día, dando como resultado un edificio bastante futurista, muy alejado de las visiones académicas, aunque poco realista en cuanto a viabilidad estructural se refiere.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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