Enclavado en un punto privilegiado de la zona residencial en Acapulco, México con vistas privilegiadas de la bahía de Acapulco y de Punta Diamante, el Hotel Encanto se encuentra en un terreno accidentado a espaldas de una reserva ecológica.
La arquitectura serena y minimalista de este hotel-boutique de cinco estrellas fue diseñada por el arquitecto mexicano Miguel Ángel Aragonés, quien se inspiró en el mar para proyectar este singular edificio. En este “homenaje al mar”, el elemento arquitectónico más característico es precisamente el agua, que se complementa con la brisa constante y el aprovechamiento impecable de la luz, que juega en los muros, dándoles tonos cálidos desde el amanecer hasta el atardecer. El hotel está ubicado en una parcela de 13.000 m2 y consta de dos volúmenes cerrados en la parte trasera, con fachadas totalmente abiertas. Dispone de 44 habitaciones en total, 20 de ellas con su propia piscina y 24 con terraza.
La edificación trata de guardar la escala humana. En ocasiones estrecha, reducida, en diálogo o contraste con grandes alturas; rincones donde sólo caben dos personas, espacios muy íntimos que cubren y protegen a los huéspedes.
El arquitecto comenta acerca de sus proyecto: “Es muy tentador para cualquier arquitecto sentirse artista, pero más bien somos ese híbrido que tiene que aterrizar, tomar en cuenta los requerimientos específicos de quienes van a habitar el espacio que creamos; y con esto me refiero concretamente a necesidades espirituales, físicas y económicas. Sin esos valores, la arquitectura fácilmente se diluye”.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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