El debate a propósito de los espacios de trabajo ha sido desde los inicios de la revolución industrial uno de los campos arquitectónicos de mayor actividad.
La necesidad de albergar nuevos usos impuestos por las actividades incipientes ha dado lugar a tipologías que han enriquecido sobremanera tanto la propia disciplina como las ciudades que cobijan estas arquitecturas.
En este sentido, es fácil recordar ciudades y edificios que han ejemplificado brillantemente estos avances. El creciente avance de la instrumentalización administrativa y sobre todo la aparición de la informática junto con el progreso social propio de nuestros tiempos han transformado completamente el modo de concebir estos espacios para el trabajo.
La solución que se ha adoptado sigue al pie de la letra las diferentes divisiones de áreas de programa que se proponen para luego trasladarlas a “franjas funcionales” en las plantas. La resolución de todo el edificio como una gran “caja negra tecnológica” pretende cualificar esta dotación municipal de neutralidad, elegancia y rotundidad.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
0 comments:
Publicar un comentario