El "FRAC Bretagne" del estudio Odile Decq es uno de los primeros nuevos museos de arte contemporáneo que se observarán en Francia. Aunque de tamaño modesto, las aplicaciones de materiales únicos y expresiones espaciales crean un espacio dramáticamente vibrante caracterizado por tonos intensos y las superficies reflectantes.
La estructura es de hormigón armado fue tratado con un proceso de pigmentación de ingeniería que le da un color negro natural, fundido en encofrados de acero con el fin de darle una textura metálica sutil. El acero también se usa para enmarcar la estructura en conjunción con el hormigón y como revestimiento exterior, dado un tratamiento de baño químico para hacer que el material de un carbón de leña profunda.
La planta baja se define por una pared totalmente acristalada que presenta una transparencia degradada y alberga una cafetería pública, zona de estar y un pequeño auditorio dentro de un volumen de color rojo brillante con facetas que lleva a través de los niveles anteriores. La circulación vertical se compone de un ascensor que sirve tanto a los servicios y al público, o las escaleras situadas en un vacío central de altura completa iluminada por claraboyas.
Esta luz también es una columna programática de la que las galerías, almacenes y biblioteca en la azotea se desarrollan a través de la exploración del paseo vertical. La cubierta sólida termina la expresión formal exterior tradicional con una pieza angular contrastantes que domina la función de biblioteca transparente de color natural y proporciona presagio para los espacios interiores.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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