El siguiente es el último proyecto diseñado por el Premio Pritzker Soto de Moura, un complejo situado en una zona de transición entre el casco antiguo de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), con un tejido urbano compacto y consolidado, y el barrio de Singuerlin, con una morfología accidentada y discontinua.
El ámbito de intervención se compone de dos parcelas limitadas por la avenida de Francesc Macià, la avenida de la Pallaresa y el Passatge d’en Salvatella, así como por el tramo de la avenida de Puig Castellar que separa ambos solares. La intervención tiene por objetivo la creación de una nueva centralidad en Santa Coloma mediante la presencia de un complejo dotado tanto con equipamientos —hotel, multicines, locales comerciales, aparcamiento— como con viviendas de venta libre y de protección oficial.
A escala urbana, la estrategia de la intervención surge de la discontinuidad funcional del entorno cercano, que imposibilita la idea de un tejido continuo. Por ello, la propuesta sugiere la creación de espacios libres significativos y la concentración de la construcción en edificios en altura.
La verticalidad del conjunto tiene como fin liberar suelo y otorgar al proyecto un valor como hito simbólico del barrio, en el que actúa como una suerte de puerta o frente definido por el diálogo formal entre los dos edificios de vivienda dispuestos ambos lados del eje cívico de la avenida de Puig Castellar.
El espacio libre se organiza como un parque urbano, una prolongación del cercano Parque Europa unido al complejo lúdico de Can Zam. El complejo, formado por un cuerpo bajo con un hotel y dos altos con viviendas, presenta alturas diferentes pero un diseño de las fachadas semejante, dando así una imagen unitaria a la totalidad de la intervención.
La disposición de los volúmenes se adapta con precisión a las necesidades del emplazamiento: el prisma del hotel es un paralelepípedo de ocho alturas y planta rectangular, que se relaciona con la torre de veinticinco plantas de viviendas mediante dos grandes plataformas a cotas diferentes. El hotel se sitúa alineado con la avenida de la Pallaresa y la torre queda en retroceso, paralela a la avenida.
El tercer edificio, de catorce alturas y de planta casi cuadrada, se ha ubicado al otro lado de la avenida de Puig Castellar, alineado con ella. De esta forma, y debido a que la avenida de la Pallaresa no es perpendicular a la de Puig Castellar, este edificio remata visualmente la plaza central sin cerrarla. El conjunto se complementa con la construcción de dos edificios de viviendas tuteladas de promoción pública para personas mayores, localizadas en el extremo oeste del solar, y con una residencia de ancianos situada en el extremo este.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
0 comments:
Publicar un comentario