Este proyecto se describe como dos casas en el denso tejido urbanos de cualquier ciudad japonesa, unidas por un hueco nuevo diseñado en madera.
Se trata de un nuevo sistema de renovación y un método de apertura a una nueva posibilidad para las nuevas casas y las ya construidas, ideado por el estudio de Yoshiaki Oyabu. Una casa que se une por un espacio intermedio vacío se denomina casa doble.
Las casas japonesas se encuentran habitualmente alineadas a lo largo de un estrecho vacío en la calle. Prestando atención al hueco, e insertando una solución que permite una fuerte conexión con la zona exterior que no es más que un espacio muerto en un área de alta densidad.
Concretamente, se instaló una brecha larga y estrecha entre los dos edificios, e insertamos el puente de escaleras hecho de chapa de metal perforada. Las conecta de manera conjunta. Mediante estos dos elementos, la luz entra a la primera planta, a través de ellos y también el viento.
Además, las fachadas exteriores se enfrentan mediante gradaciones de texturas que van desde el policarbonato corrugado a madera de cedro, permitiendo también crear un efecto diferente según la incidencia de la luz. El hueco entre las dos casas se convirtió en una arquería de dos plantas exactamente.
En la ciudad japonesa, el núcleo familiar es muy importante. Por otra parte, la tendencia actual es la de incrementar la densidad de habitabilidad uniendo dos generaciones dentro de la misma casa, debido especialmente al baby-boom. Debido a esta situación, se sugiere que la casa doble se convierta en una nueva infraestructura que de cabida a dos generaciones de familias.
Se trata de un nuevo sistema de renovación y un método de apertura a una nueva posibilidad para las nuevas casas y las ya construidas, ideado por el estudio de Yoshiaki Oyabu. Una casa que se une por un espacio intermedio vacío se denomina casa doble.
Las casas japonesas se encuentran habitualmente alineadas a lo largo de un estrecho vacío en la calle. Prestando atención al hueco, e insertando una solución que permite una fuerte conexión con la zona exterior que no es más que un espacio muerto en un área de alta densidad.
Concretamente, se instaló una brecha larga y estrecha entre los dos edificios, e insertamos el puente de escaleras hecho de chapa de metal perforada. Las conecta de manera conjunta. Mediante estos dos elementos, la luz entra a la primera planta, a través de ellos y también el viento.
Además, las fachadas exteriores se enfrentan mediante gradaciones de texturas que van desde el policarbonato corrugado a madera de cedro, permitiendo también crear un efecto diferente según la incidencia de la luz. El hueco entre las dos casas se convirtió en una arquería de dos plantas exactamente.
En la ciudad japonesa, el núcleo familiar es muy importante. Por otra parte, la tendencia actual es la de incrementar la densidad de habitabilidad uniendo dos generaciones dentro de la misma casa, debido especialmente al baby-boom. Debido a esta situación, se sugiere que la casa doble se convierta en una nueva infraestructura que de cabida a dos generaciones de familias.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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