Recientemente nos enteramos que la Villa Tugendhat, obra del maestro Mies Van der Rohe, renacerá tras una meticulosa restauración. Ejemplo de excelencia de la arquitectura funcional y testigo de la agitada historia reciente de la Europa Central, la casa Tugendhat ubicada en Brno (República Checa) ha recuperado su aspecto original gracias a una meticulosa restauración.
“Junto a la Casa Robie de Frank Lloyd Wright en Chicago y la Villa Saboya de Le Corbusier en Poissy, figura entre los iconos mundiales de la arquitectura residencial”, afirma Iveta Cerna, directora del complejo de la que hoy es casa-museo, considerado por la Unesco como Patrimonio Mundial.
Tras un largo trabajo de restauración activamente supervisado por una comisión de expertos, la villa Tugendhat, construida por el alemán Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969), ha reabierto sus puertas a los visitantes esta semana. Van der Rohe es uno de los padres de la arquitectura moderna y ferviente partidario del vidrio, el acero y el hormigón.
En Tugendhat, la idea de habitaciones separadas fue suprimida en favor de un inmenso salón situado en el medio de la casa, cuyos espacios interiores y exteriores parecen estar en contacto estrecho gracias a que gigantes cristaleras reemplazan a los clásicos muros periféricos. En esta valiosa obra, el arquitecto germano también diseñó la estructura de acero del edificio -que parece parte del mobiliario-, los grifos, los lavabos y los interruptores.


“Junto a la Casa Robie de Frank Lloyd Wright en Chicago y la Villa Saboya de Le Corbusier en Poissy, figura entre los iconos mundiales de la arquitectura residencial”, afirma Iveta Cerna, directora del complejo de la que hoy es casa-museo, considerado por la Unesco como Patrimonio Mundial.
Tras un largo trabajo de restauración activamente supervisado por una comisión de expertos, la villa Tugendhat, construida por el alemán Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969), ha reabierto sus puertas a los visitantes esta semana. Van der Rohe es uno de los padres de la arquitectura moderna y ferviente partidario del vidrio, el acero y el hormigón.
En Tugendhat, la idea de habitaciones separadas fue suprimida en favor de un inmenso salón situado en el medio de la casa, cuyos espacios interiores y exteriores parecen estar en contacto estrecho gracias a que gigantes cristaleras reemplazan a los clásicos muros periféricos. En esta valiosa obra, el arquitecto germano también diseñó la estructura de acero del edificio -que parece parte del mobiliario-, los grifos, los lavabos y los interruptores.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
Es importante que pongan el link a la página de donde tomaron este texto http://noticias.arq.com.mx/Detalles/12951.html
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