Ubicada en el impresionante bosque Karuizawa en Japón y diseñada por ARTechnic architects, esta casa de muros curvos ha sido diseñada para contrastar con su entorno armónicamente. Construida alrededor de un abeto centenario, la Casa Shell fluye a través del bosque gracias a su estructura orgánica, pero muy potente.
La casa se encuentra inmersa en los bosques de coníferas en la prefectura de Nagano, generando un fuerte contraste entre su fachada blanca y la naturaleza. La casa está situada en Karuizawa y funciona para el retiro de fin de semana de sus dueños, a sólo 10 minutos de la capital.
La residencia fue construida de hormigón, protegiéndola de la humedad del bosque y el clima frío. La cubierta de madera al aire libre es de madera de origen local y actúa como una extensión de los suelos interiores. Los interiores son luminosos, espaciosos y continuos a través de sus singulares curvas interiores, mientras que los muebles fueron hechos a medida, con madera de roble.
Los pisos son de madera de cerezos locales de color rojo, que contrasta con los muebles de roble. El diseño interior es mínimo y consta de dos niveles diferenciados: la planta baja se utiliza para el espacio público, mientras que el nivel siguiente está reservado para el uso privado.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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