EL URBANISMO COMO EXPRESIÓN DE UN MODO DE VIDA
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
El urbanismo como modo de vida surge de los grandes centros metropolitanos. Es una consecuencia de crecimiento de las ciudades a costa de la pérdida de viabilidad de las zonas rurales, y generalmente se equipara con progreso.
Fue hasta hace unos pocos años que se rebasó el límite y ahora es posible considerar que más de la mitad de la población sobre la tierra vive en zonas urbanas.
La demografía siempre ha buscado definir exactamente que es una ciudad, atendiendo a su número de habitantes, pero estas distinciones son arbitrarias y no consideran el hecho que la vida urbana tiene mucho que ver con las actividades económicas y la estructura de la sociedad.
El hombre urbanizado posee características diferentes al hombre rural. Wirth considera que sus relaciones interpersonales están marcadas por la superficialidad, la transitoriedad y el anonimato.
Este proceso de urbanización también se conoce como secularización, y ha sido causa de polémicas a cerca de la legitimidad de el desarrollo de las comunidades como objetivo político.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
La vida en las ciudades tiene como características la gran importancia que se le da al cambio, la poca lealtad hacia la comunidad, el individualismo, la estandarización de las ideas (estereotipos) y el desprecio por la tradición y la permanencia.
La urbanización como el cambio de vida del campo a la ciudad es tan antigua como las culturas romanas, que le dieron una expresión definitiva a la vida en las ciudades. Sin embargo La Revolución Industrial aceleró este proceso al mismo tiempo que las ciudades dejaron de ser contenidas por las murallas.
La Urbanización implica también cambios básicos en el pensamiento y en el proceder de la gente, así como cambios en los valores sociales y la actitud hacia el trabajo.
Los programas de ayuda internacional a países en vías de desarrollo tienen serias implicaciones sociales y económicos. Muchas veces no dejan de ser esfuerzos cortos de vista, una continuación de las relaciones de imperio y colonia de siglos pasados.
El urbanismo es ya un proceso global, y continúa siendo causa de problemas. La creación de estructuras sociales y económicas superiores en tamaño a la ciudad es ya una realidad, y los temas como suburbanización, conurbación, regionalización y globalización siguen siendo estudiados al mismo tiempo que se producen.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
Basta estudiar la historia para darnos cuenta que los procesos de cambio en la sociología y economía urbana suelen ser traumáticos, especialmente para las poblaciones menos favorecidas. La industrialización, por ejemplo, agravó el problema de la migración rural a la ciudad, al dejar sin empleo a una población que recién estaba adaptándose a un cambio drástico de vida. Procesos como este dejan su huella en la ciudad y son origen de múltiples problemas de otro tipo (funcionales, de imagen urbana y de desarrollo económico).
Las ciudades actuales forman redes, estructuran regiones e integran mercados globales. El movimiento de las personas, de los capitales y de los trabajos se ha acelerado con los medios de comunicación y han rebasado cualquier programa de planeación al mismo tiempo que producen un impacto irreversible sobre los recursos de la región.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
La compleja división del trabajo que ha sido el origen y el motor de desarrollo de muchas ciudades ha sido superada por las nuevas tendencias económicas que han hecho obsoletas las razones originales para establecer una sociedad en un territorio .
Los trabajos son inestables y mal remunerados en la medida en que hasta el uso de labores poco especializados, mientras que los trabajos altamente especializados son cada vez mas vulnerables a los mercados cambiantes y la rápida obsolescencia
En un principio era natural que las especializaciones de las ciudades se relacionaran directamente con la disponibilidad de algún recurso. La economía estaba fuertemente ligada al lugar.
Hoy en día, muchas ciudades han sufrido cambios que por su rapidez desafían la capacidad de los gobiernos locales de definir un vocacionamiento que haga un uso estratégico de sus fortalezas únicas, actualmente las ciudades deben su especialización a cadenas de coincidencias vulnerables a cambios rápidos.
La base económica de poblados rurales no es tan vulnerable a dichos cambios.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
La economía monetaria ha sido un factor clave en este proceso. En algunos países en desarrollo la introducción del dinero en los grupos nativos puede convertirse en la fuente de un derrumbe del orden social. Poblaciones enteras de jóvenes en edad productiva se ven obligadas a abandonar sus ciudades siguiendo las tendencias del mercado laboral. Las industrias se vuelven cada vez más vulnerables a cambios en política pública, problemas sindicales y tarifas cada vez más asfixiantes.
Numerosas economías dependen en un alto grado de estos capitales volátiles que en ocasiones son la única posibilidad de desarrollo económico e inversiones a largo plazo en poblados en donde a estos problemas económicos han de sumarse problemas sociales como la segmentación de la población y su desequilibrio en grupos de edad o género.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
El individualismo es un fenómeno que va de la mano con la urbanización. El ciudadano, como individuo se enfrenta al mercado de trabajo, al estado y a la ley, por lo que obra sin obligación social para su comunidad. Las familias, al ser cada vez menores reducen el panorama de lealtades del ciudadano y dificultan la identificación de un bien común. Como individuo busca también identificarse con otros de clase o gustos similares, en muchas ocasiones cerrando la puerta a aquellos que considera diferentes, aun cuando compartan un territorio. Esto ha traído resultados muy costosos para las comunidades, pues el abandono del campo, el crecimiento desmedido de las ciudades, la suburbanización y la atomización de la sociedad en comunidades cerradas neutralizan los esfuerzos de gobiernos municipales cada vez más comprometidos a buscar soluciones colectivas.
El individualismo también se manifiesta en la planeación del desarrollo, ya que muchos gobiernos locales han sucumbido ante la tentación de atender los intereses de unos cuantos jugadores importantes a costa de beneficios colectivos más necesarios pero menos susceptibles de ser capitalizados en la búsqueda de la continuidad política.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
El consumismo es un motor del urbanismo. Todos los medios de comunicación son usados para propagar ideas y estereotipos, lo que ha su vez crea ciclos productivos y es motor de inconformidad social. La educación cada vez cumple menos con su compromiso de fortalecer la identidad social y más su objetivo de proporcionar los recursos para alimentar una economía de artículos de consumo que abarca desde lo cotidiano hasta lo más trascendente, como las ideas.
Las sociedades se encuentran vacías al haber perdido los rasgos culturales que les daban identidad y ambicionar futilmente modelos ajenos no solo inalcanzables sino a veces autodestructivos. La ciudad es rehén de estos procesos, en los que el desarraigo, la falta de identidad y los problemas sociales van de la mano de los experimentos urbanos y los planes efímeros de desarrollo que los gobiernos se ven obligados a emplear para transmitir la idea de modernidad.
Los efectos de rompimiento sobre las estructuras tradicionales y la seguridad sicológica de las personas son la esencia del cambio social.
CASO DE ESTUDIO: SUGAO Y BOMBAY
Relación de los movimientos poblacionales y el trabajo.
Impacto de la planeación nacional.
Efectos sociales sobre la población.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
El urbanismo como modo de vida surge de los grandes centros metropolitanos. Es una consecuencia de crecimiento de las ciudades a costa de la pérdida de viabilidad de las zonas rurales, y generalmente se equipara con progreso.
Fue hasta hace unos pocos años que se rebasó el límite y ahora es posible considerar que más de la mitad de la población sobre la tierra vive en zonas urbanas.
La demografía siempre ha buscado definir exactamente que es una ciudad, atendiendo a su número de habitantes, pero estas distinciones son arbitrarias y no consideran el hecho que la vida urbana tiene mucho que ver con las actividades económicas y la estructura de la sociedad.
El hombre urbanizado posee características diferentes al hombre rural. Wirth considera que sus relaciones interpersonales están marcadas por la superficialidad, la transitoriedad y el anonimato.
Este proceso de urbanización también se conoce como secularización, y ha sido causa de polémicas a cerca de la legitimidad de el desarrollo de las comunidades como objetivo político.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
La vida en las ciudades tiene como características la gran importancia que se le da al cambio, la poca lealtad hacia la comunidad, el individualismo, la estandarización de las ideas (estereotipos) y el desprecio por la tradición y la permanencia.
La urbanización como el cambio de vida del campo a la ciudad es tan antigua como las culturas romanas, que le dieron una expresión definitiva a la vida en las ciudades. Sin embargo La Revolución Industrial aceleró este proceso al mismo tiempo que las ciudades dejaron de ser contenidas por las murallas.
La Urbanización implica también cambios básicos en el pensamiento y en el proceder de la gente, así como cambios en los valores sociales y la actitud hacia el trabajo.
Los programas de ayuda internacional a países en vías de desarrollo tienen serias implicaciones sociales y económicos. Muchas veces no dejan de ser esfuerzos cortos de vista, una continuación de las relaciones de imperio y colonia de siglos pasados.
El urbanismo es ya un proceso global, y continúa siendo causa de problemas. La creación de estructuras sociales y económicas superiores en tamaño a la ciudad es ya una realidad, y los temas como suburbanización, conurbación, regionalización y globalización siguen siendo estudiados al mismo tiempo que se producen.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
Basta estudiar la historia para darnos cuenta que los procesos de cambio en la sociología y economía urbana suelen ser traumáticos, especialmente para las poblaciones menos favorecidas. La industrialización, por ejemplo, agravó el problema de la migración rural a la ciudad, al dejar sin empleo a una población que recién estaba adaptándose a un cambio drástico de vida. Procesos como este dejan su huella en la ciudad y son origen de múltiples problemas de otro tipo (funcionales, de imagen urbana y de desarrollo económico).
Las ciudades actuales forman redes, estructuran regiones e integran mercados globales. El movimiento de las personas, de los capitales y de los trabajos se ha acelerado con los medios de comunicación y han rebasado cualquier programa de planeación al mismo tiempo que producen un impacto irreversible sobre los recursos de la región.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
La compleja división del trabajo que ha sido el origen y el motor de desarrollo de muchas ciudades ha sido superada por las nuevas tendencias económicas que han hecho obsoletas las razones originales para establecer una sociedad en un territorio .
Los trabajos son inestables y mal remunerados en la medida en que hasta el uso de labores poco especializados, mientras que los trabajos altamente especializados son cada vez mas vulnerables a los mercados cambiantes y la rápida obsolescencia
En un principio era natural que las especializaciones de las ciudades se relacionaran directamente con la disponibilidad de algún recurso. La economía estaba fuertemente ligada al lugar.
Hoy en día, muchas ciudades han sufrido cambios que por su rapidez desafían la capacidad de los gobiernos locales de definir un vocacionamiento que haga un uso estratégico de sus fortalezas únicas, actualmente las ciudades deben su especialización a cadenas de coincidencias vulnerables a cambios rápidos.
La base económica de poblados rurales no es tan vulnerable a dichos cambios.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
La economía monetaria ha sido un factor clave en este proceso. En algunos países en desarrollo la introducción del dinero en los grupos nativos puede convertirse en la fuente de un derrumbe del orden social. Poblaciones enteras de jóvenes en edad productiva se ven obligadas a abandonar sus ciudades siguiendo las tendencias del mercado laboral. Las industrias se vuelven cada vez más vulnerables a cambios en política pública, problemas sindicales y tarifas cada vez más asfixiantes.
Numerosas economías dependen en un alto grado de estos capitales volátiles que en ocasiones son la única posibilidad de desarrollo económico e inversiones a largo plazo en poblados en donde a estos problemas económicos han de sumarse problemas sociales como la segmentación de la población y su desequilibrio en grupos de edad o género.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
El individualismo es un fenómeno que va de la mano con la urbanización. El ciudadano, como individuo se enfrenta al mercado de trabajo, al estado y a la ley, por lo que obra sin obligación social para su comunidad. Las familias, al ser cada vez menores reducen el panorama de lealtades del ciudadano y dificultan la identificación de un bien común. Como individuo busca también identificarse con otros de clase o gustos similares, en muchas ocasiones cerrando la puerta a aquellos que considera diferentes, aun cuando compartan un territorio. Esto ha traído resultados muy costosos para las comunidades, pues el abandono del campo, el crecimiento desmedido de las ciudades, la suburbanización y la atomización de la sociedad en comunidades cerradas neutralizan los esfuerzos de gobiernos municipales cada vez más comprometidos a buscar soluciones colectivas.
El individualismo también se manifiesta en la planeación del desarrollo, ya que muchos gobiernos locales han sucumbido ante la tentación de atender los intereses de unos cuantos jugadores importantes a costa de beneficios colectivos más necesarios pero menos susceptibles de ser capitalizados en la búsqueda de la continuidad política.
EL PROCESO DE URBANIZACIÓN
El consumismo es un motor del urbanismo. Todos los medios de comunicación son usados para propagar ideas y estereotipos, lo que ha su vez crea ciclos productivos y es motor de inconformidad social. La educación cada vez cumple menos con su compromiso de fortalecer la identidad social y más su objetivo de proporcionar los recursos para alimentar una economía de artículos de consumo que abarca desde lo cotidiano hasta lo más trascendente, como las ideas.
Las sociedades se encuentran vacías al haber perdido los rasgos culturales que les daban identidad y ambicionar futilmente modelos ajenos no solo inalcanzables sino a veces autodestructivos. La ciudad es rehén de estos procesos, en los que el desarraigo, la falta de identidad y los problemas sociales van de la mano de los experimentos urbanos y los planes efímeros de desarrollo que los gobiernos se ven obligados a emplear para transmitir la idea de modernidad.
Los efectos de rompimiento sobre las estructuras tradicionales y la seguridad sicológica de las personas son la esencia del cambio social.
CASO DE ESTUDIO: SUGAO Y BOMBAY
Relación de los movimientos poblacionales y el trabajo.
Impacto de la planeación nacional.
Efectos sociales sobre la población.
Por iiarquitectos
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