El Barroco en España
En España el Barroco encontró el sitio más propicio para su desarrollo.
Los siglo XVI y XVII son tiempos de gran potencia política y artística para España. Si el siglo XVI fue el siglo de oro de las letras españolas el XVII es el de la pintura, ve el final del Greco y Ribalta y el desarrollo de Subarán, Rivera, Cano, Murillo y Velázquez.
El barroquismo español fue muy criticado en el siglo XVIII.
Para los académicos neoclásicos el Barroco fue un error, una degeneración, una aberración incalificable.
Poco apoco los españoles se dan cuenta que el Barroco no es reprochable.
En España el Barroco estaba en su ambiente, aunque Bernini y Borromini no hubieran existido el Barroco se habría dado en España, Herrera solo detuvo la evolución.
El Barroco ayuda a España a desensombrecer su atmósfera y orienta su gusto oriental hacia lo suntuoso y complejo, permitiéndolo expresarse a través de la libertad formal del Barroco.
El nombre genérico de Churigueresco se le ha dado al Barroco español por don José de Churriguera (1650 – 1725) y sus hijos Gerónimo y Nicolás.
El Barroco en España conserva sus principios básicos, pero el lenguaje y las formas italianas van a ser asimiladas y después transformadas de acuerdo con el gusto y condiciones particulares del país.
La amplia libertad Barroca en el uso y tratamiento de las formas clásicas es llevada por los españoles al extremo.
La profusión decorativa del estilo llega a ser tal que recuerda la oriental.
Es una lucha continua de contrarios.
La riqueza de la decoración se concentra en las fachadas y alrededor de puertas y ventanas para lograr un violento contraste entre su clamor decorativo y los grande vacíos intermedios que las enmarcan.
Al principio el Barroco se reduce a un enriquecimiento de las superficies sin afectar a su concepción general como lo empiezan a manejar:
Francisco de Mora (Asimetría y leves elementos, seguidor de Herrera).
Alfonso Carbonell
Alonso Cano
En la segunda mitad del siglo florece en Murcia y Valencia en esta la torre exagonal de Santa Catalina de Juan Bautista Viñes. (Elementos angulares se convierten en salomónicas en 5° piso)
El Barroco se extiende hacia el norte a Cataluña, aparecen cornisas mixtilíneas recargadas sobre ménsulas, racimos de vid, agrupaciones de columna salomónicas.
Barcelona Iglesia de Belén de Josep Juli.
Las fachadas del Obradoiro en la Catedral de Santiago de Compostela, el Hospicio de Madrid y la Universidad de Valladolid, concilian la profusión decorativa y la severidad de grandes paños desnudos.
Existe una profusión de elementos decorativos en los elementos decorativos de las fachadas y retablos en tanto que el edificio conserva su estatismo.
El altar llamado Transparente de Narciso Tomé, 1732 en la Catedral de Toledo, se realizó para la exposición del Santísimo no sólo en altar mayor sino también en el deambularorio del ábside.
La atención del espectador se conduce a través de nubes, ángeles y lineal.
La perspectiva contribuye a dar la ilusión de una profundidad mayor que la real.
El efecto plástico lo refuerza la iluminación superior que produce violentos claroscuros dando dinamismo al retablo, que parece estar en movimiento y cambio constante.
Resumen
Conserva principios básicos pero lenguaje y formas italianas son asimiladas y transformadas.
La amplia libertad barroca en el uso y tratamiento de las formas clásicas es llevada al extremo.
Maneja gran profusión decorativa.
Concentra decoración en vanos logrando contraste con grandes vacios intermedios.
Oscilan entre los extremos la profusión decorativa y la severidad de grandes paños desnudos.
Ejemplo: Transparente de Narciso Tomé en Toledo. Efecto plástico de la iluminación superior, violentos claroscuros. Manifiesta con claridad la característica teatral del Barroco, evidente en el uso constante de toda clase de efectos escenográficos.
Parece estar en movimiento y cambio constante.
Por iiarquitectos
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