Su nombre no podía ser otro porque su forma es la de una X pura. Se trata de un proyecto del estudio Cadaval & Solà-Morales, que cuelga de una ladera en Cabrils, al norte de Barcelona. Con esta estructura, la exquisita firma pretende resolver múltiples retos.
Es una vivienda unifamiliar aislada de planta baja y primera, rodeada de jardín, y con el acceso principal desde la calle. Se trata de un edificio unifamiliar construido esquemáticamente a través de dos barras longitudinales entrecruzadas; estas barras, de dos plantas cada una, tienen una fachada de cristal, que responde a su orientación hacia las espectaculares vistas.
Así, una barra encara al sureste otra hacia el noreste, en el punto donde se cruzan se genera el espacio principal de la casa, que es a doble altura, y que tiene visiones sobre los dos ángulos. En la parte trasera, las fachadas (y por tanto las estancias que contienen) adquieren un tono mucho más intimista. Los espacios laterales de la casa son ajardinados, e incorporan accesos al jardín, la parte superior del terreno ha sido urbanizada para acceder al garaje de la vivienda, manteniendo un árbol majestuoso existente.
La planta baja se destina a uso público de la vivienda, con la sala de estar a doble espacio y la cocina. En las traseras, dos habitaciones, y un baño en una banda, y un lavadero, un aseo, y otra habitación / estudio en la otra; todas estas estancias tienen acceso directo al jardín.
En la planta superior, y en el punto de cruce de las dos barras, se sitúa el acceso a la vivienda, éste se produce desde la calle, ya través de un recibidor, que conduce a la escala interior que comunica los dos pisos en el doble espacio, a través de un recibidor, además, en esta planta está la gran habitación principal, con vestidor y baño propios, y un estudio / biblioteca. La habitación principal da sobre la fachada principal que se orienta a sureste, el estudio / biblioteca, queda abierto hacia el jardín. En esta misma planta radica el garaje, con acceso desde la calle, y aperturas hacia el jardín en su fachada noreste.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
Tiendas Pavo
ResponderEliminarLas personas que tienen la suerte de vivir en una casa grande con jardín pueden invitar en verano a sus amigos a comer y pasar la tarde. Una idea muy buena es comprar una barbacoa y colocarla en el jardín, podréis preparar la comida, degustarla juntos y pasar una tarde increíble.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarpaisartjardineria.com
ResponderEliminar¡Una casa rodeada de jardines es un verdadero paraíso! Cuidar estos espacios garantiza su belleza y vitalidad, creando un ambiente único donde la naturaleza y el hogar se unen en perfecta armonía.