La arquitectura maya resuena en el Palacio de Bellas Artes, donde pueden encontrarse mascarones del dios Chaac como remates de lampadarios, explicó Louise Noelle, presidenta de la Academia de Artes, durante una conferencia anoche en el recinto de mármol.
Tales reminiscencias prehispánicas procedían del interés de Francisco Mariscal -arquitecto encargado de concluir el Palacio- por el arte mexicano antiguo, destacó la especialista de la UNAM.
Recordó que en 1928 Mariscal publicó "Estudio arquitectónico de las ruinas mayas: Yucatán y Campeche", cuyo contenido permite observar que el arquitecto trasladó de la piedra al metal las formas prehispánicas que decoraron Bellas Artes.
"La conclusión del Palacio de Bellas Artes muestra la trascendencia de la utilización del mascarón del dios Chaac, con un significado muy especial que va más allá de una pequeña curiosidad: hay realmente un gran conocimiento y pasión de Mariscal", indicó.
En el vestíbulo, Mariscal se explayó al conjugar el art decó -en boga entonces- con la arquitectura maya, detalló Noelle.
También recordó que, al retomar en los años 30 las obras del palacio, suspendidas en 1913 por la Revolución, el arquitecto debía democratizar el espacio.
Así lo exigía el acuerdo presidencia del 7 de julio de 1932 para modificar el proyecto de Adamo Boari.
"Autorizando a modificar los planos originales para modernizar el edificio, democratizarlo y obtener su mejor utilización", decía el acuerdo.
"Federico Mariscal fue uno de esos hombres que tuvieron la gran capacidad de adaptarse a las situaciones imperantes y aportar, práctica e intelectualmente, todo lo posible en esas condiciones", dijo.
"Durante el porfiriato", prosiguió la investigadora, "fue uno de los arquitectos jóvenes favorecidos por el régimen y en la Revolución impulsó una arquitectura moderna y técnicamente desarrollada, a la vez que promovió el estudio y la conservación del patrimonio arquitectónico, tanto colonial como prehispánico: un gran arquitecto, creo no lo hemos reconocido suficientemente".
La conferencia de Noelle, parte de las actividades por el 80 Aniversario del Palacio de Bellas Artes, participó también en el ciclo "Arquitectura, memoria y futuro".
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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