iiarquitectos: Terminadas las nuevas oficinas diseñadas por Renzo Piano

El edificio será inaugurado el último trimestre del año.

Los transeúntes que pasen por la Avenue des Gobelins, situada en el distrito 13 de París, pueden ver a una criatura de forma orgánica que se asoma por encima de las esculturas de Auguste Rodin, en la fachada del nº 73.

Acurrucada en un antiguo bloque de la ciudad, su cuerpo redondeado está cubierto de escamas de aluminio que reflejan el color gris de las azoteas parisinas. Una azotea gris fue algo en lo que Sophie Seydoux, presidente de la Fundación Jérôme Seydoux-Pathé, insistió al discutir el diseño de la nueve sede de la fundación con su arquitecto, Renzo Piano.

Impresionados por la extensión de la Biblioteca Morgan llevada a cabo por Piano en 2006 - un añadido importante al denso tejido del centro de la ciudad de Manhattan - Jérôme y Sophie Seydoux acudieron directamente al arquitecto italiano para el nuevo hogar de la fundación. Piano había trabajado con Pathé antes; su empresa convirtió la fábrica Lingotto de Turín, hogar de uno de sus multicines.

Construido en 1869 como teatro y transformado en uno de los primeros cines de París a principios de 1900, "Le Rodin" - el edificio existente en el no 73, el cual fue desmantelado y reconstruido en su interior - era el complemento perfecto para la fundación. Pathé no es sólo un actor importante en la industria del cine actual, sino que además su historia se desarrolló en paralelo a la historia de la industria cinematográfica.

Un imperio cinematográfico nacido en 1896 a partir del interés de Charles Pathé en las innovaciones técnicas de la época (en particular del fonógrafo y el quinetoscopio de Edison), Pathé había estrenado más de 9000 películas hacia 1927. Su sucursal estadounidense producía una película diaria. Todas ellas han sido catalogadas (aunque no todas sobrevivieron) en los vastos archivos de Pathé, los cuales contienen de todo, desde correspondencia comercial hasta fotos de sets cinematográficos, un relato de primera mano de los inicios del cine como arte e industria.

El nuevo edificio - un nuevo proyecto muy esperado de uno de los arquitectos contemporáneos más emblemáticos - fue una elección ideal para el escenario de nuestra sesión fotográfica del Directorio de Arquitectos de 2014.

Mientras estaba en las últimas etapas de finalización a principios de este año, reunimos a 12 despachos de las 20 empresas emergentes del directorio para un retrato en grupo bajo su altísimo techo de cristal.

Cuando la nueva sede de la fundación sea oficialmente inaugurada en septiembre, el edificio albergará dos funciones clave: una sala de proyección de películas mudas y un centro de recursos. "Mostrar y explicar son las dos cosas que me gustaría hacer aquí", dijo Sophie Seydoux, quien planea organizar talleres para que los niños descubran la materialidad de la realización de películas.

Las salas de exposición y proyección se encuentran en las plantas inferiores, mientras que el personal y los investigadores ocuparán las dos plantas superiores, generosamente iluminadas a través de la cúpula de cristal y ataviadas en un interior cálido compuesto totalmente de madera. Los archivos están encajonados en las dos plantas intermedias, en el corazón del edificio.

Hacer que todo el proceso de construcción y demolición pasara a través de la puerta de 5m de ancho de la fachada frontal fue uno de los retos principales del proyecto. El arquitecto Thorsten Sahlmann, quien había trabajado tanto en la Biblioteca Morgan como en la fundación, explica que la nueva entrada de cristal facilita la transición entre la fachada histórica y "la criatura".

El espacio reducido del proyecto (el teatro que había anteriormente ocupaba un volumen más grande) ofrece más espacio para los vecinos e incluso cobija a un patio con jardín, mientras que la cúpula de cristal mejora la iluminación natural en los bloques de apartamentos adyacentes. En la empresa de Piano, están convencidos de que un proyecto no debería reaccionar únicamente a las instrucciones del cliente, sino también contribuir a la ciudad que lo rodea, y la nueva Fundación Pathé es una respuesta considerada con ambas cosas.