En muchas oportunidades hemos visto como arquitectos realizan proyectos escultóricos dentro de sus repertorios. Zaha Hadid, Daniel Libeskind e incluso Walter Gropius, entre otros, nos han sorprendido con creaciones escultóricas fuera de la arquitectura.
El arquitecto español Rafael de La-Hoz ha diseñado un monumento de espejos de 60 metros para conmemorar el aniversario número 30 de la zona de desarrollo económico y tecnológico de Tianjin (TEDA), en China, conocido como uno de los primeros sitios de la nación en realizar una reforma industrial y financiera avanzada.
El diseño corresponde a una innovadora pieza que celebra la próspera economía de China.
El proyecto titulado “Entre cielo y tierra”, fue “impulsado por el esfuerzo de analizar el proceso de abstracción y reinterpretación del sitio”.
“En lugar de situar el objeto en el cruce de las calles” describe el arquitecto, “la nueva ubicación permite un diálogo más equilibrado con los edificios existentes. [...] El monumento examina el vínculo esencial entre la sostenibilidad y la belleza y se puede interpretar visualmente utilizando estimaciones de la distancia de fijación”.
En la parte superior del monumento aparece un espejo diseñado para reflejar un rayo de luz cada 6 de diciembre, día del nacimiento de TEDA.
“Durante la noche, dos cuerpos, material y virtual, se materializan para crear la figura completa: La Puerta Inmaterial”.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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