Mattias Lind, arquitecto y socio de la oficina escandinava White Arkitekter, diseñó en papel la cabina Camaleón, que cambia de apariencia dependiendo del ángulo en que se le mire.
El concepto de diseño se basa en una superficie exterior corrugada y en mármol blanco y negro, que transmite la sensación de movimiento, pues hace que cambia de color mientras el usuario se mueve alrededor de la casa. Para el interior se optó por un color amarillo brillante, con el fin crear un ambiente cálido, al tiempo que contrasta con los colores más discretos de la fachada.
La casa consta de 95 piezas y pesa alrededor de 100 kilogramos. La superficie interior es de unos 7 metros cuadrados y la altura es de 3 metros. Está construida con láminas de MiniWell, papel corrugado de 2 milímetros de espesor, en un formato de 1.200×1.600 milímetros. En comparación con otro material de cartón, este es más rígido en relación a su propio peso; se trata de un material duradero que proporciona una buena estabilidad. El techo y la fachada se suspenden con perchas, en una solución similar a la de un Lego, que hace que la casa sea fácil de montar y ajustar.
El diseño es flexible, haciendo posible que se extienda varios cientos de metros, si es necesario. El resultado final fue precedido de numerosas pruebas a escala real donde la casa fue montada con el fin de garantizar la estabilidad y el desarrollo de una forma arquitectónica óptima. En el l proyecto colabora la imprenta Göteborgstryckeriet a fin de explorar los límites de este material.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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