La caza es una actividad que está en nuestros genes. Se incrusta en nuestro pasado y, por eso, su estética siempre ha estado reñida con la modernidad, lo que en absoluto ocurre en este pabellón diseñado por el estudio de arquitectura Basarch en la República Checa.
El edificio procura camuflarse en una amplia llanura por donde cruza el río Thaya y donde se levanta 70 cm del suelo para evitar las inundaciones estacionales.
Construido con bloques de hormigón armado, está revestido de mallas rellenas con rocas de la zona, que se combinan con agrupaciones de leña para formar la fachada. De una sola planta, consta de tres dormitorios con sus baños, un salón con puertas plegables de vidrio, una cocina y varias salas de almacenaje.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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