iiarquitectos: La Torre Más Alta de Europa Despoblada

Pasado un año de su inauguración, la torre de Piano en Londres que costó 1.500 millones de libras sigue vacía.

Todo lo relacionado con el Shard, que tiene 310 metros de altura y 72 pisos, es espectacular. El rascacielos del Puente de Londres –el nuevo hito de la capital británica, que domina un panorama de 65 kilómetros y es visible a los conductores que recorren la autopista orbital M25- se proclama “la primera ciudad vertical de Europa”. Es el edificio más alto de Europa occidental y, junto con el Place, un “Shard bebé” contiguo de 17 pisos, les costó a los inversores de Qatar 1.500 millones de libras.

La terraza de observación del rascacielos puede alquilarse para eventos empresariales por 30.000 libras por hora, y se dice que existe una gran demanda de mesas en sus tres restaurantes. Sin embargo, a pesar del impactante diseño del arquitecto italiano Renzo Piano y del marketing glamoroso, pasado casi un año de su inauguración el edificio sigue siendo poco más que una cáscara.

Diez departamentos, que fueron diseñados para albergar a algunas de las personas más ricas del planeta y cuyos precios van desde los 30 millones hasta los 50 millones de libras, se encuentran vacíos y siguen en venta en momentos en que el llamado mercado inmobiliario de ultralujo de Londres parece estar desacelerándose.

El hotel cinco estrellas Shangri-La, que estaba previsto inaugurar el verano pasado (boreal), aún no ha dado la bienvenida a su primer huésped, mientras que el complejo de oficina de 25 pisos del Shard tiene un solo inquilino en el piso 14, Duff & Phelps, una consultora de insolvencia de la que pocos fuera del mundo empresarial han oído hablar.

En los próximos días, la torre intentará convencer al sector inmobiliario de que es más que una vista bonita. Se estima que se darán a conocer dos nuevos inquilinos: el grupo de medios Al Jazeera, que tiene sede en Qatar, y un grupo hospitalario privado de los Estados Unidos, Hospital Corporation of America (HCA), por fin han firmado contrato.

Eso significará que el Shard se convertirá en sede de una de las clínicas privadas más grandes de Gran Bretaña, que abarcará tres pisos y contará con cien consultorios, un centro diagnóstico y cirugía ambulatoria durante las 24 horas. Se estima que en las próximas semanas podría anunciarse la presencia de tres inquilinos más. Entre los nombres que se barajan se cuenta otra empresa de Qatar, South Hook Liquefied Natural Gas Company.

Sin embargo, a pesar del apoyo procedente de Doha a una de las inversiones de perfil más alto del país, el complejo de oficinas sólo tendría una tercera parte ocupada, algo que muchos consideran por completo predecible.

Parte del desafío adicional que enfrenta el Shard reside en convencer a las empresas de que el sector del Puente de Londres, el proyecto de recuperación de 185.000 metros cuadrados del South Bank, la zona al sur del Támesis, va a ser una zona deseable en que establecerse.

Muchas figuras de la City se resisten a trasladarse a esa zona, mientras que fuentes del sector inmobiliario señalan que los multimillonarios propietarios de Qatar se han mostrado renuentes a bajar los precios para atraer inquilinos.

Transport for London, que dirige los ómnibus y subterráneos de la capital, aseguró en un primer momento que se trasladaría al nuevo espacio del Shard, pero luego desistió con el consentimiento de los propietarios del edificio. Ahora tiene su sede en un lugar más barato del sur de Londres.

De todos modos, hay quienes sugieren que la percepción del trabajo en los alrededores del Puente de Londres podría estar cambiando. News UK, que publica el Times y el Sun, firmó hace poco contrato para trasladarse al Place.

Por otra parte, en una muestra de confianza a pesar de los pisos vacíos del rascacielos, ahora se planea la construcción de otra torre. Se le ha encargado a Renzo Piano el diseño de un nuevo edificio residencial de 27 pisos que contará con jardín en el techo y estará a la sombra del Shard.