El fuerte viento de la playa, casi constante desde el oeste, hizo que el estudio de arquitectura Mette Lange adaptara esta casa de vacaciones lo máximo al terreno, escondiéndola entre las dunas y la hierba silvestre, único parapeto natural en esta parte del litoral danés.
Es decir, en respuesta al sitio la vivienda se desarrolla en diversos niveles y, para abrazar la luz y el sol, cuenta con un patio orientado al sur.
El balcón hacia el oeste y su elevación por encima de las dunas mirando al mar le acaban de configurar su aspecto tan radical. Siguiendo la estética de las construcciones danesas de campo, está revestida de madera de pino pintada de negro.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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