Extraordinarias vistas en el corazón de la ciudad y una pequeña huella edificable limitada por servidumbres restrictivas definen una casa delgada, de tres pisos, con las zonas de estar principales y dormitorio principal en la planta superior – esencialmente un loft con un dormitorio con vistas de 270 °. Una pantalla envuelve el cuerpo de la casa, y descansa delicadamente sobre una base de largas líneas de piedra caliza.
El visitante entra por una puerta de cristal giratoria, donde la piedra natural da paso a su homólogo revestido, y está inmediatamente seguido por una escalera de roble ebonizados macizo flotando por encima de las vigas acero, y colgando en un espacio vertical de tres pisos.
Más allá, una pared de cristal grabado capta las sombras proyectadas de un stand de bambú gigante, y una franja de vidrio claro dirige la mirada hacia fuera a un jardín privado. Recortando la fachada, dos ventanas en forma de caja de acero, con su reflejo se proyectan en contra de la filigrana de la pantalla. Por la noche, esta pantalla se transforma en una linterna para revelar una colección de espacios atrás. La pantalla también tiene la posibilidad de transformar al edificio cuando dos secciones se despliegan dramáticamente y revelan el comedor formal.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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