En el mundo existen ciclovías que son verdaderas obras maestras que comunican ingenio y creatividad, son una alternativa para congestionar las vías y un apoyo al medio ambiente.
Entre las ciclovías que se destacan mencionamos: Santos, Recife, Belo Horizonte y Curitiba en Brasil; Póvoa de Varzim en Portugal; Parque El Ejido en la ciudad de Quito en Ecuador y la ciclovía en la ciudad de Nueva York, todas ellas desarrollando además el cicloturismo.
Las ciclovías de la ciudad de México son de uso muy común en sus pobladores, especialmente por el ahorro de energía y para la reducción de la contaminación, a la par aumenta el turismo para recorrer los diversos lugares que son de gran interés para los visitantes.
La ciclopista de Valle de Bravo, con una inversión de 300 millones de peso tiene 5.2 km de ciclopista con iluminarias solares que permite reducir el flujo vehicular y por consiguiente de la emisión de gases tóxicos ofreciendo de esta manera protección, autonomía y eficiencia al andar por los diversos lugares.
Además existen otras que tienen el mismo objetivo de mostrar al mundo la belleza mexicana a través de estos medios de movilización como son:
En este mes en la ciudad del Perú se presentó un manual para implementar espacios para implementar las ciclovías recreativas con espacios para realizar paseos seguros ya sea a pie o en patines.
Siendo que la seguridad es un asunto primordial para la construcción de las ciclovías, éstas sin embargo siguen en un proceso escalado aún con mejoramientos, muy pronto podremos observar en nuestros medios megaciclovías que unirá una gran red de ciclovías, y las ciclovías inteligentes con iluminación solar, detección de robo y control de seguridad más óptimo y de movilidad, prometedores proyectos para un futuro no muy lejano donde la arquitectura, la tecnología, la naturaleza y el hombre se conjugan en nuestras ciudades.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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