El arquitecto João Tiago Aguiar ha llevado a cabo la conversión de un sótano oscuro, compartimentado en un amplio y luminoso apartamento que juega con tres colores básicos: el marrón suave de la madera, el blanco y el gris en diferentes tonalidades.
Para conseguirlo, se eliminaron los tabiques existentes, reorganizando la distribución de la vivienda con el fin de transformarlo en un espacio fluido. En la parte posterior, las escasas y pequeñas ventanas dieron paso a grandes ventanales, abiertos a la altura de la tarima y el jardín que se creó en el exterior.
El minimalista apartamento se inserta de manera magistral en un entorno más bien histórico. Cosa que se puede notar con mayor acento en los modernos interiores que el arquitecto trabaja de manera contemporánea. La moderna intervención se ve reforzada por el uso de materiales, colores y texturas utilizadas en nuestra época.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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