Regularmente, los usuarios de ascensores se preocupan por la modernización estética de las unidades. Pero realmente la modernización de los elevadores no se detiene en la estética y comprende la actualización tecnológica. Los accidentes relacionados con el uso de elevadores llevaron a la toma de conciencia de la necesidad de apuntar a la seguridad. Por otro lado, el déficit energético conduce a la búsqueda de opciones que posibiliten el mejor aprovechamiento de la energía eléctrica en los edificios.
“Modernizar un ascensor electromecánico implica su incorporación al mundo de la alta tecnología”, adelanta Rubén García, miembro de FACARA.
Según el especialista, en líneas generales consiste en el reemplazo del tablero de control de maniobras (cerebro de la instalación), eliminando componentes electromecánicos; la sustitución de botoneras exteriores e interiores, por indicadores de posición con lectura de información y de fallas; el recambio completo de las instalaciones eléctricas del ascensor y la posibilidad de adicionar una amplia gama de accesorios acorde a los gustos y necesidades de los usuarios. “De esta forma, un viejo ascensor puede convertirse en uno con las mejores prestaciones de servicio y confort de viaje”, aclara García.
El control de maniobras electrónico es el conjunto de piezas integradas que interviene sobre el motor eléctrico haciendo que el ascensor se desplace administrando las llamadas exteriores e interiores. El nuevo sistema, basado en placas electrónicas compuestas por microprocesadores de última generación, reemplaza a los antiguos tableros de control electromecánicos, compuestos por piezas que ya no se fabrican y cuyos repuestos son elementos cada vez más difíciles de encontrar en el mercado, según detalla García.
Estos equipos electrónicos proporcionan múltiples beneficios:
Reducción de la tasa de asistencia técnica por fallas.
Disminución de gastos por reparaciones ya que contienen menor cantidad de piezas.
Reducción del consumo de energía eléctrica a través del uso racional de los equipos por programación.
Menor tiempo de espera del usuario al aplicarse tecnología inteligente.
Incremento de la vida útil de los componentes instalados por no contener partes mecánicas.
Mejora la nivelación de la cabina en los pisos gracias a elementos modernos de detección del coche en el recorrido.
Mayor confort de viaje con la adaptación de equipos de frecuencia variable.
Un sistema de control y frecuencia variable adosado al tablero de comando electrónico incrementa la automatización del ascensor. Este equipo permite obtener el máximo rendimiento del grupo tractor con total dominio sobre el mismo: “Su tecnología de punta otorga un alto confort de marcha y nivelación exacta en pisos bajo cualquier condición de carga, asegurando el acceso y salida sin riesgo para los usuarios”, detalla García.
Las mejoras se aprecian en el confort de viaje, nivel de ruido, eficiencia del motor, nivelación, aceleración y desaceleración. Según explica el especialista, este sistema se puede aplicar en elevadores con distintas capacidades de carga y velocidad, y en equipos en batería. De esa manera, se logra una mayor vida útil de los componentes mecánicos de tracción, ya que el frenado y la nivelación son producidos totalmente por el variador de frecuencia.
Por otra parte, el consumo eléctrico se reduce como consecuencia de la disminución de la corriente de arranque, del calentamiento del motor y del consumo de potencia.
Asimismo, la baja emisión de calor permite eliminar la ventilación forzada del cuarto de máquinas, reduciendo los niveles de ruido notablemente.
El paso de los años se nota en la estética del ascensor, pero también afecta a la funcionalidad y seguridad de la instalación. Por eso, García insiste en quela decisión de modernizar los equipos elevadores debe responder a razones técnicas, evaluadas para cada caso por personal calificado.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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