El trabajo de Plasma Studio en la cuarta planta del Hotel Puerta América puede calificarse como un arriesgado pero interesante ejercicio de geometría donde se intentó huir de los habituales diseños de hoteles.
El uso de formas vanguardistas y geometrías arriesgadas han caracterizado la arquitectura de Plasma Studio, y la cuarta planta del Hotel Puerta América es un claro ejemplo de ello.
“Sorprender al cliente forzando su concepción habitual del espacio”, es una de las premisas que tuvieron en cuenta los arquitectos a la hora de diseñar los espacios del hotel.
Los espacios se resuelven con grandes piezas geométricas de acero inoxidable que evocan la estética de la ciencia ficción y las naves espaciales.
Además, un juego de luz de distintos colores, que se consigue mediante unas tiras de leds y que reflejan la luz sobre unas finas varillas de metacrilato, refuerzan la intención de crear un recorrido sensorial, “de otro mundo”.
En las habitaciones se utiliza el mismo acero del pasillo, dando forma a la ducha, al baño, al cabecero de la cama y al escritorio. Todo es una única e impresionante pieza que discurre una a continuación de la otra organizadas en la misma pared.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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