El edificio es obra de MBM Arquitectes, el estudio de arquitectura formado por Josep Martorell, Oriol Bohigas y David Mackay, junto con Oriol Capdevila y Francesc Gual. El edificio se compone de dos partes: una subterránea (que se aprovecha de la pendiente creada por el desarrollo urbano de la plaza) y otro que emerge a 14,5 m (a nivel de la Plaça de les Glòries).
Construcción por debajo de la altura de 14,5 m: La mayor parte de la superficie del edificio se encuentra por debajo del nivel de 14,5 m, y es donde se encuentran las instalaciones más importantes. Se distribuyen en dos plantas y una galería, y disponen de la sala principal de exposiciones, salas dedicadas a la gestión y conservación de las colecciones del DHUB, las principales oficinas, biblioteca pública Clot, el centro de documentación (DHUBdoc) y salas para actividades de investigación y educativos , además de los servicios de alto tráfico, como el bar, restaurante y tienda.
Aunque por debajo del nivel del suelo, la planta sótano recibe luz natural de una zanja que se trabajó en los diferentes niveles del suelo y que cuenta con un gran lago, creando un diálogo con el exterior. La iluminación se refuerza con seis tragaluces que dan al espacio público y también se puede utilizar como escaparates para los contenidos y las actividades del centro. Construcción por encima de la altura de 14,5 m: Esta parte de los proyectos de construcción más de la anchura de la calle d'Àvila y tiene la forma de un paralelepípedo inclinados.
De acuerdo con el plan urbanístico general, que ocupa un mínimo espacio, sobre todo a fin de no reducir el espacio destinado a uso público, sino también porque las vicisitudes de los planes para demoler la carretera elevada y cambiar la ruta de tranvía limitar severamente el espacio disponible. La construcción de voladizos hacia la plaza, lo que permite la posibilidad de la construcción que deben cumplir, al mismo tiempo que se establece un despliegue de arquitectura urbana sobre la autopista.
Este bloque albergará las salas de exposiciones temporales de largo y corto plazo, así como una pequeña sala y un gran auditorio. La entrada a ambas partes u órganos que componen la sede DHUB se gana a través de un único portal con dos puntos de acceso: una en Carrer d'Àvila y otro en la Plaça de les Glòries. El paso por esta parte del edificio es casi inevitable, ya que forma una especie de pasillo que conecta la Plaça de les Glòries, el barrio tecnológico 22 y el Poblenou.
Todos los servicios situados en el sótano se puede llegar desde la plaza semi-pública, así como aquellos en los pisos superiores por medio de un sistema de escaleras mecánicas, escaleras y ascensores. Mientras que los diferentes espacios tienen diversas dimensiones y características arquitectónicas, en general forman un todo conceptual en el que el auditorio se encuentra en lo alto como una característica fundamental y suprema.
Sólo dos materiales se utilizan en el exterior del edificio, planchas de zinc y vidrio, otorgando un ambiente industrial con detalles metálicos en el edificio. La alfombra verde del suelo artificial y gráficos brillantes en el pavimento son dos de los componentes principales de las superficies exteriores. En ambos casos, los elementos empleados (natural y manufacturado) garantizar la sostenibilidad y la facilidad de mantenimiento. El lago, además de destacar visualmente el trabajo, crea un vínculo entre los diferentes niveles.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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