En lo alto de la colina Bagnolet, en un lugar llamado "La Noue," se emplaza este proyecto destinado al uso habitacional. El edificio gana el máximo de altura posible con el fin de alcanzar a abarcar las lejanas vistas de París.
La zona de emplazamiento cumple con todas las condiciones para el trabajo de la vivienda. Debido a su tranquilidad pero cercanía a grandes centros urbanos.
En una plantilla cuadrada de 50 metros de altura y 53 metros de largo, el volumen propone instalarse como un ejemplo único en su tipo. Ya que según observaciones de los arquitectos, las construcciones del barrio son muy similares.
El enfoque ha sido romper la fachada en diferentes tamaños generando un sentido de verticalidad sin perder la escala doméstica. El proyecto se erige como una sucesión de paralelepípedos apilados uno sobre otro. Cinco volúmenes del mismo tamaño se posan sobre otros de menor tamaño. Dando la sensación de que en cualquier momento éstos podrían caer al suelo. De esta forma, el edificio logra mediante su forma y disposición, transmitir al espectador como al habitante una sensación particular.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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