La idea de partida de esta casa es plantear todas sus vistas hacia el interior, vivir invertidos hacia un patio, dado que las vistas del entorno que le rodean no eran nada atractivas. Se planteó crear una vivienda con su propio paisaje interior.
La vivienda se proyecta con una geometría helicoidal que pivotea sobre un gran patio interior, un recorrido inclinado en el cual se van vertiendo estancias, cada una caracterizada por su forma, su manera de mirar y su programa.
Realmente es una vivienda en una sola planta que se ha estirado en altura, en la que la luz natural es la que nos guía, pero escondiendo los huecos en la dirección de la circulación, y resbalando por las geometrías curvas de interiores en un “continuo cambiante”, en el que los movimientos de los usuarios y la luz nos hablan del tiempo, las estaciones o el clima.
El jardín completa la construcción de esta mirada introspectiva, situando diferentes especies vegetales de forma complementaria al programa interior. A través de suaves desniveles “vegetalizados”, acceden tanto personas como vehículos hacia la casa, pasando por debajo de la piscina y su playa.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
0 comments:
Publicar un comentario