Las montañas penetran el cielo, y el cielo contiene las montañas como la naturaleza. En este caso, las líneas forman montañas y las líneas recuerdan las montañas en la tierra. En este sitio, la tierra es la prueba del espacio y de todo lo relacionado con la sustancia.
La forma creada aquí contiene el cielo como una jarra de barro y muestra la potencialidad de la tierra como una sustancia espacial. Se dibuja una forma, pero crea un espacio que muestra el cielo fuera de la forma para esconderse en la naturaleza.
Esto está directamente relacionado con cómo las topografías deben interpretarse en los espacios tradicionales de Corea. Estos espacios tradicionales se basan en la belleza post-dualista de la armonía que demuestra su existencia, mientras se esconden en la naturaleza en vez de dominarla con su forma y líneas.
Los ladrillos tradicionales utilizados para este proyecto tienen una capa hidrófuga plateada en la superficie. La sombra de la casta de la pared de ladrillo convierte el flujo de las líneas a medida que el sol avanza, un cambio sutil de la piel exterior. La variación de la superficie del ladrillo se destina a leer toda la masa de manera diferente según la perspectiva de la acometida y la perspectiva de las montañas.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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