El premio de este año otorgado por Foster + Partners fue para Yvonne Weng por este proyecto. Ubicado en el contexto de la selva amazónica brasileña, el proyecto reconoce la realción recíproca entre el hombre y el bosque y ve el bosque como una infraestructura natural para trabajar con, en vez de en contra.
El diseño se enfoca en crear un sistema arquitectónico fácil de implementar, autosustentable y ultra-ligero, que ocupe el espacio en la parte superior de las copas de los árboles. La capa extra de espacio creado abre un nuevo territorio que inspira nuevas formas en que se puede percibir, ocupar y vivir el bosque.
La ganadora del concurso de Foster+Partners dijo: “Programáticamente, el proyecto es centrado en la exploración científica y la recolección de plantas medicinales, que ofrecen un uso alternativo del bosque sin destruirlo. Al mismo tiempo, la ocupación positiva del territorio permite lo que podría proporcionar un nivel de vigilancia que ayudaría a proteger tanto el medio ambiente en peligro de extinción y la población indígena.”
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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