Arcilla, Agua, Barro y Arena son los cuatro ingredientes que se usaron para construir los primeros rascacielos en todo el mundo.
La primera ciudad de rascacielos y llamada así desde el siglo XVI: Shibam (Yemen), es uno de los ejemplos más antiguos y mejores de planificación urbana basada en el principio de la construcción vertical. Hoy vuelve a elevarse esta antigüedad a 30 metros de altura, para crear la ciudad de las grandes estructuras, que tiene el apodo de “Manhattan del Desierto”.
A veces llamado el “Chicago del desierto” o la “Manhattan del desierto”, la antigua ciudad de Shibam se presenta a los historiadores y urbanistas, uno de los ejemplos más tempranos y más perfecto de una planificación rigurosa basada en el principio de la construcción vertical.
En total, son cerca de 500 torres rodeadas por una muralla que hace la división entre lo que es desierto y ciudad. Cada edificio es una vivienda en donde una familia disfrutaba de cinco plantas.
La primera planta o planta baja, se utilizaba netamente para delimitar la cuadra entre una esquina y otra. En la segunda planta, se encontraba el salón o diván, que según la cultura musulmana, es un espacio esencialmente del sexo masculino.
En la tercera planta se encuentra la sala de reunión familiar, un lugar de encuentro mixto. En la cuarta, se encuentra la cocina: un espacio femenino. Y por último en la quinta planta o azotea era un espacio de reencuentro, pues se recibían a las visitas más cercanas.
La primera ciudad de rascacielos y llamada así desde el siglo XVI: Shibam (Yemen), es uno de los ejemplos más antiguos y mejores de planificación urbana basada en el principio de la construcción vertical. Hoy vuelve a elevarse esta antigüedad a 30 metros de altura, para crear la ciudad de las grandes estructuras, que tiene el apodo de “Manhattan del Desierto”.
A veces llamado el “Chicago del desierto” o la “Manhattan del desierto”, la antigua ciudad de Shibam se presenta a los historiadores y urbanistas, uno de los ejemplos más tempranos y más perfecto de una planificación rigurosa basada en el principio de la construcción vertical.
En total, son cerca de 500 torres rodeadas por una muralla que hace la división entre lo que es desierto y ciudad. Cada edificio es una vivienda en donde una familia disfrutaba de cinco plantas.
La primera planta o planta baja, se utilizaba netamente para delimitar la cuadra entre una esquina y otra. En la segunda planta, se encontraba el salón o diván, que según la cultura musulmana, es un espacio esencialmente del sexo masculino.
En la tercera planta se encuentra la sala de reunión familiar, un lugar de encuentro mixto. En la cuarta, se encuentra la cocina: un espacio femenino. Y por último en la quinta planta o azotea era un espacio de reencuentro, pues se recibían a las visitas más cercanas.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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