El trabajo del artista conceptual Daniel Buren, tiene por lo general una relación muy cercana con la arquitectura y el espacio arquitectónico.
Buren es un artista que suele trabajar “in situ”, ya que busca contextualizar su práctica artística en un área espacialmente definida que logre relacionar visualmente el arte con su contexto, una forma de lenguaje en el espacio más que un espacio en sí mismo.
La exposición « Architecture, Contre-Architecture: Transpotition » Travail In Situ
(Incorporación de arquitectura contra-arquitectura) realizada el pasado año en el Gran Hall del Mudam en Luxemburgo, es el resultado de una invitación que se hizo de forma conjunta por el Mudam y el Centro Pompidou de Metz para imaginar una instalación específica en respuesta a sus respectivos espacios.
Uso del color y la luz, dos materiales básicos de la pintura, con ellos Buren ha creado una especie de pintura tridimensional con este vidrio de colores que se logra sólo a través de la atenta mirada de los espectadores en un paseo por este gran espacio.
Es la experiencia visual del espectador el centro de interés del artista. Con su instalación en el Mudam, Daniel Buren ataca el “marco” como un símbolo del museo. En este proyecto Buren utiliza de manera bastante clara, variados elementos arquitectónicos. Estructuras, vidrios, e incluso muros.
Buren es un artista que suele trabajar “in situ”, ya que busca contextualizar su práctica artística en un área espacialmente definida que logre relacionar visualmente el arte con su contexto, una forma de lenguaje en el espacio más que un espacio en sí mismo.
La exposición « Architecture, Contre-Architecture: Transpotition » Travail In Situ
(Incorporación de arquitectura contra-arquitectura) realizada el pasado año en el Gran Hall del Mudam en Luxemburgo, es el resultado de una invitación que se hizo de forma conjunta por el Mudam y el Centro Pompidou de Metz para imaginar una instalación específica en respuesta a sus respectivos espacios.
Uso del color y la luz, dos materiales básicos de la pintura, con ellos Buren ha creado una especie de pintura tridimensional con este vidrio de colores que se logra sólo a través de la atenta mirada de los espectadores en un paseo por este gran espacio.
Es la experiencia visual del espectador el centro de interés del artista. Con su instalación en el Mudam, Daniel Buren ataca el “marco” como un símbolo del museo. En este proyecto Buren utiliza de manera bastante clara, variados elementos arquitectónicos. Estructuras, vidrios, e incluso muros.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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