La casa se sitúa en un sitio denso frente a la Bahía Carmel y el Océano Pacífico. Los clientes estaban dispuestos a ser plenamente conscientes de este maravilloso entorno en todas las áreas de la casa. Mientras la casa se fuera concibiendo como un cuarto central compuesto del patio, sala y recámara, rodeado por espacios para la cocina, desayunador, oficina y baño principal.
Las puertas plegables y muros adyacentes al patio desde la sala y la recámara, literalmente se abren al espacio total y al borde rítmico de los elementos de la pantalla vertical (caoba sólida y acero) creando un borde suelto que se amplia y comprime a lo largo de sus longitudes.
Visto en ángulo, la pantalla se ve opaca, pero vista de cerca o directamente a tevés de la pantalla es visiblemente porosa, permitiendo que la luz y el aire viajen a través y sobre el espacio central. Todos los otros cuartos en el piso principal sobre el borde de esta pantalla, crean una referencia de lugar en toda la casa, y proveen una lectura dinámica de conexiones visuales mientras uno se mueve a través del espacio.
El corazón central de la casa está protegido de los fuertes vientos provenientes del océano usando una cubierta de cristal, diseñada para permitir una visión clara de arriba y mantener un espacio céntrico acogedor.
Las columnas de acero que se anclan en el cable de acero y a los puntales que están integrado en la pantalla vertical de madera, coincidiendo con el ritmo cambiante, y sin embargo se identifican independientemente por un color carbón profundo. Cuando una profunda briza se necesita, las grandes ventanas se deslizan entre la oficina y el patio se abren fácilmente para permitir una total ventilación cruzada. La casa vive y respira a través del patio, y los clientes viven plenamente en esta “gran” habitación, incluso se sumergen en el Ofuro Japonés instalado por debajo de la cubierta de cristal para poder el atardecer.
El segundo piso tiene acceso por una escalera exterior en cantilever, que es integrada estructuralmente y materialmente en el sistema de pantalla vertical. En la parte superior de la casa, es un pequeño recinto el segundo piso, entre dos porches con vistas dramáticas. Este espacio es usado primordialmente como un cuarto de meditación, y el gran tragaluz llama la atención hacia el cambiante azul del cielo y el movimiento de las estrellas. Escondido debajo del suelo del tatami insertado, hay un colchón para invitados, listo para sacarse por los huéspedes para dormir entre las copas de los árboles de ciprés.
Las puertas plegables y muros adyacentes al patio desde la sala y la recámara, literalmente se abren al espacio total y al borde rítmico de los elementos de la pantalla vertical (caoba sólida y acero) creando un borde suelto que se amplia y comprime a lo largo de sus longitudes.
Visto en ángulo, la pantalla se ve opaca, pero vista de cerca o directamente a tevés de la pantalla es visiblemente porosa, permitiendo que la luz y el aire viajen a través y sobre el espacio central. Todos los otros cuartos en el piso principal sobre el borde de esta pantalla, crean una referencia de lugar en toda la casa, y proveen una lectura dinámica de conexiones visuales mientras uno se mueve a través del espacio.
El corazón central de la casa está protegido de los fuertes vientos provenientes del océano usando una cubierta de cristal, diseñada para permitir una visión clara de arriba y mantener un espacio céntrico acogedor.
Las columnas de acero que se anclan en el cable de acero y a los puntales que están integrado en la pantalla vertical de madera, coincidiendo con el ritmo cambiante, y sin embargo se identifican independientemente por un color carbón profundo. Cuando una profunda briza se necesita, las grandes ventanas se deslizan entre la oficina y el patio se abren fácilmente para permitir una total ventilación cruzada. La casa vive y respira a través del patio, y los clientes viven plenamente en esta “gran” habitación, incluso se sumergen en el Ofuro Japonés instalado por debajo de la cubierta de cristal para poder el atardecer.
El segundo piso tiene acceso por una escalera exterior en cantilever, que es integrada estructuralmente y materialmente en el sistema de pantalla vertical. En la parte superior de la casa, es un pequeño recinto el segundo piso, entre dos porches con vistas dramáticas. Este espacio es usado primordialmente como un cuarto de meditación, y el gran tragaluz llama la atención hacia el cambiante azul del cielo y el movimiento de las estrellas. Escondido debajo del suelo del tatami insertado, hay un colchón para invitados, listo para sacarse por los huéspedes para dormir entre las copas de los árboles de ciprés.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
Casa Textil Calpe
ResponderEliminarCuando reservamos un alojamiento, ya sea para pasar unas vacaciones o un fin de semana, buscamos que las instalaciones estén lo más cuidadas posible. Es muy importante que dispongamos de una cama con un colchón de calidad en el cual podamos sentirnos cómodos y descansar correctamente.