Situada a orillas del Danubio, la histórica ciudad de Linz, capital del estado de la Alta Austria (Oberösterreich), es menos conocida hoy por su próspero pasado comercial que por haberse convertido en un interesante foco cultural que atrae a miles de europeos gracias a sus diversos festivales.
Entre ellos, son muy populares el Ars Electronica Festival —dedicado al arte digital— y la convocatoria anual de la llamada Höhenrausch (‘Embriaguez en las alturas’), un evento organizado por la Öffenes Kulturhaus (OK) de la ciudad, que pone a disposición de los artistas la cubierta de su sede para que la colonicen con obras o con instalaciones efímeras, asociadas, en general, a las ideas de levedad, vuelo o ingravidez.
En 2009 la Capitalidad Europea de la Cultura recayó en Linz. Fue en este contexto festivo en el que a lo largo de 150 días se posó en la cubierta de la OK una singular estructura de madera que, serpenteando entre cubiertas y cornisas, sirvió no sólo para procurar un recorrido por las obras ese año expuestas sino como un paseo estético en sí mismo, que ofrecía vistas inéditas y espectaculares de la característica silueta barroca de la ciudad.
Inspirándose en la estructura de un árbol, el itinerario propuesto comenzaba en el acceso al edificio de la OK y crecía verticalmente, como si fuera un tronco, a través del atrio hasta alcanzar la cubierta. Desde allí, el recorrido se dividía en varias ramas que, adoptando la forma de pasarelas peatonales, se orientaban en varias direcciones, proyectándose desde la cornisa y transformándose en esbeltos puentes que llevaban la instalación a dos edificios vecinos: por un lado, la gran cubierta de un centro comercial; por el otro, el campanario de la torre norte de la iglesia de las Ursulinas.
Con tan sólo un metro de ancho, las pasarelas y puentes se construyeron con madera y técnicas locales a partir de un sistema estructural cuya sección triangular cambiaba su perfil para adaptarse a los diferentes y, en algunos casos, complejos requerimientos de apoyo sobre los distintos tipos de cubierta.
Entre ellos, son muy populares el Ars Electronica Festival —dedicado al arte digital— y la convocatoria anual de la llamada Höhenrausch (‘Embriaguez en las alturas’), un evento organizado por la Öffenes Kulturhaus (OK) de la ciudad, que pone a disposición de los artistas la cubierta de su sede para que la colonicen con obras o con instalaciones efímeras, asociadas, en general, a las ideas de levedad, vuelo o ingravidez.
En 2009 la Capitalidad Europea de la Cultura recayó en Linz. Fue en este contexto festivo en el que a lo largo de 150 días se posó en la cubierta de la OK una singular estructura de madera que, serpenteando entre cubiertas y cornisas, sirvió no sólo para procurar un recorrido por las obras ese año expuestas sino como un paseo estético en sí mismo, que ofrecía vistas inéditas y espectaculares de la característica silueta barroca de la ciudad.
Inspirándose en la estructura de un árbol, el itinerario propuesto comenzaba en el acceso al edificio de la OK y crecía verticalmente, como si fuera un tronco, a través del atrio hasta alcanzar la cubierta. Desde allí, el recorrido se dividía en varias ramas que, adoptando la forma de pasarelas peatonales, se orientaban en varias direcciones, proyectándose desde la cornisa y transformándose en esbeltos puentes que llevaban la instalación a dos edificios vecinos: por un lado, la gran cubierta de un centro comercial; por el otro, el campanario de la torre norte de la iglesia de las Ursulinas.
Con tan sólo un metro de ancho, las pasarelas y puentes se construyeron con madera y técnicas locales a partir de un sistema estructural cuya sección triangular cambiaba su perfil para adaptarse a los diferentes y, en algunos casos, complejos requerimientos de apoyo sobre los distintos tipos de cubierta.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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