Diseñada por los despachos Sid Lee Architecture y Sid Lee Amsterdam Atelier la nueva sede central de Red Bull, ubicada en la zona norte del puerto de Ámsterdam, expone en su interior espectaculares y lúdicos volúmenes que zigzaguean, suben y bajan dentro de lo que antes fue una fábrica de construcción naval, situada junto a un viejo submarino ruso.
El diseño del espacio interior, no fue un capricho ni obra del azar, partió de la propia filosofía de la empresa Red Bull. La interpretación arquitectónica de ella, consistió en dividir los espacios según su uso y su espíritu para de alguna forma sugerir la idea de los dos hemisferios de la mente humana, opuestos pero complementarios: la razón frente a la intuición.
La arquitectura interior propone una serie de lúdicas formas que siben, bajan, se quiebran y cuelgan de los techos, los materiales utilizados para realizar estos movimientos fueron: placas y armaduras metálicas y madera de acabado aparente. La configuración del techo divide las tres áreas de trabajo, entre las que se encuentran: oficinas, la sala de reuniones, de madera contrachapada, en la que también se incorporó una cabina de DJ y un estudio de grabación.
Otro gesto interesante de la decoración son los coloridos diseños que cubren las paredes y pisos, que incluyen imágenes que remiten al pop-art y al street-art. Mediante la iluminación, de diversos colores, intensidades y temperaturas, se generan también un interesante juego de ambientes.
El diseño del espacio interior, no fue un capricho ni obra del azar, partió de la propia filosofía de la empresa Red Bull. La interpretación arquitectónica de ella, consistió en dividir los espacios según su uso y su espíritu para de alguna forma sugerir la idea de los dos hemisferios de la mente humana, opuestos pero complementarios: la razón frente a la intuición.
La arquitectura interior propone una serie de lúdicas formas que siben, bajan, se quiebran y cuelgan de los techos, los materiales utilizados para realizar estos movimientos fueron: placas y armaduras metálicas y madera de acabado aparente. La configuración del techo divide las tres áreas de trabajo, entre las que se encuentran: oficinas, la sala de reuniones, de madera contrachapada, en la que también se incorporó una cabina de DJ y un estudio de grabación.
Otro gesto interesante de la decoración son los coloridos diseños que cubren las paredes y pisos, que incluyen imágenes que remiten al pop-art y al street-art. Mediante la iluminación, de diversos colores, intensidades y temperaturas, se generan también un interesante juego de ambientes.
por iiarquitectos y arq.com.mx
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