Mediante el uso de la tecnología digital y un profundo análisis de los seres vivos el artista y arquitecto estadounidense Dennis Dollens ha desarrollado construcciones con cualidades biológicas que dialogan con la naturaleza y con el contexto sociopolítico.
Esta forma de arquitectura, catalogada como biomimética, toma de la naturaleza su capacidad de ahorro energético y de eficiencia en términos de resistencia, con la intención de que con estos recursos pueda llevarse a cabo un cambio en los modos de producción en múltiples ámbitos de la vida humana. Dollens ha estudiado cuidadosamente diversos métodos de la botánica y las ciencias naturales para con ellos desarrollar proyectos generativos, tanto en experiencias directas como con simulaciones informáticas haciendo uso de plataformas como L-Systems y Xfrog.
Los diseños de Dollens no se limitan a reproducir el aspecto de las plantas o animales, van más allá, pues proponen sistemas que funcionan como la naturaleza. Un ejemplo es su proyecto Arizona Tower, modelado a partir de plantas vivas con la plataforma Xfrog, un programa que utilizan los paisajistas para predecir el crecimiento de las plantas en un espacio determinado.
El proyecto propone una estructura ramificada, anclada al terreno con unas raíces en cuyo interior es posible almacenar el agua con la que se van a abastecer los diferentes locales que conforman el edificio. Las ramas, al igual que las plantas captan la luz solar, en este caso mediante una serie de paneles solares. Una serie de vainas, conectadas con una doble escalera en espiral, permite el acceso y la circulación.
La investigación para el proyecto comenzó a mediados del 2006, en el laboratorio de urbanismo del arquitecto italiano Paolo Soleri, ubicado Arcosanti, pleno desierto de Arizona, ahí Dollens analizó desde el contexto ecológico, social y artístico del lugar, ejercicio que le permitió llegar a la conclusión de que la arquitectura experimental tiene que sembrarse en paralelo con las prácticas biomiméticas en visualización digital-botánico-medioambiental.
A diferencia de la mayor parte de la arquitectura digital Arizona Tower no es un producto tecnológico que se apoya en sistemas constructivos convencionales, sus formas responden a una lógica botánica, que si bien ha sido interpretada digitalmente, está planeada para llevarse a cabo con materiales naturales y de bajo impacto ambiental.
Esta forma de arquitectura, catalogada como biomimética, toma de la naturaleza su capacidad de ahorro energético y de eficiencia en términos de resistencia, con la intención de que con estos recursos pueda llevarse a cabo un cambio en los modos de producción en múltiples ámbitos de la vida humana. Dollens ha estudiado cuidadosamente diversos métodos de la botánica y las ciencias naturales para con ellos desarrollar proyectos generativos, tanto en experiencias directas como con simulaciones informáticas haciendo uso de plataformas como L-Systems y Xfrog.
Los diseños de Dollens no se limitan a reproducir el aspecto de las plantas o animales, van más allá, pues proponen sistemas que funcionan como la naturaleza. Un ejemplo es su proyecto Arizona Tower, modelado a partir de plantas vivas con la plataforma Xfrog, un programa que utilizan los paisajistas para predecir el crecimiento de las plantas en un espacio determinado.
El proyecto propone una estructura ramificada, anclada al terreno con unas raíces en cuyo interior es posible almacenar el agua con la que se van a abastecer los diferentes locales que conforman el edificio. Las ramas, al igual que las plantas captan la luz solar, en este caso mediante una serie de paneles solares. Una serie de vainas, conectadas con una doble escalera en espiral, permite el acceso y la circulación.
La investigación para el proyecto comenzó a mediados del 2006, en el laboratorio de urbanismo del arquitecto italiano Paolo Soleri, ubicado Arcosanti, pleno desierto de Arizona, ahí Dollens analizó desde el contexto ecológico, social y artístico del lugar, ejercicio que le permitió llegar a la conclusión de que la arquitectura experimental tiene que sembrarse en paralelo con las prácticas biomiméticas en visualización digital-botánico-medioambiental.
A diferencia de la mayor parte de la arquitectura digital Arizona Tower no es un producto tecnológico que se apoya en sistemas constructivos convencionales, sus formas responden a una lógica botánica, que si bien ha sido interpretada digitalmente, está planeada para llevarse a cabo con materiales naturales y de bajo impacto ambiental.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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