Su diseño, por el despacho Neighboring Concepts, incorpora líneas modernas con respecto a su vecindario sureño histórico, por lo que requirió de una aproximación holística, no sólo para integrar conceptos de diseño sustentable, sino para ofrecer un ambiente que promoviera la interacción social e invitara a participar a la comunidad.
La nueva Academia Deportiva de Revolution Park en Charlotte, en Carolina del Norte, busca la certificación LEED Gold. Su diseño, por el despacho Neighboring Concepts, incorpora líneas modernas con respecto a su vecindario sureño histórico, por lo que requirió de una aproximación holística, no sólo para integrar conceptos de diseño sustentable, sino para ofrecer un ambiente que promoviera la interacción social e invitara a participar a la comunidad.
Esta academia es un primer proyecto ambiental significativo para el condado de Mecklenburg y, como tal, da servicio a un área poblada sin impactar los terrenos naturales de su alrededor ni las áreas no desarrolladas. Está construida en un terreno que ya había se había desarrollado anteriormente, lejos de áreas ecológicamente sensibles.
En cuanto al acceso, la academia está ubicada a 800 m de una ruta local de autobús y además cuenta con instalaciones para ciclistas –tanto un estacionamiento como regaderas y vestidores. Para quienes llegan en auto, el cinco por ciento de los espacios totales de estacionamiento están designados para vehículos de baja emisión y ahorro de combustible y otro cinco por ciento para vehículos que conducen a varias personas.
El 54 por ciento del total del valor material del edificio se extrajo y procesó dentro de 800 km a la redonda; todo el concreto se procesó en Charlotte y se extrajo de sitios a menos de 270 km del lugar; como una medida amigable con el ambiente que además contribuye a la economía regional y minimiza el uso de combustibles fósiles para el transporte.
La superficie del techo es una membrana reflectante que reduce la absorción de la luz solar, aunado a que se conservaron árboles grandes a los lados del edificio que lo mantienen fresco.
En el interior se emplearon varias medidas de ahorro de energía y de recursos, como regaderas y escusados de bajo consumo, grifos con sensores eléctricos, etcétera, siendo la orientación de la casa la principal medida de ahorro de energía.
Entre otras medidas verdes, se utilizaron materiales de construcción reciclado, tanto en la estructura, el concreto, los pisos, los terminados y el amueblado, lo que incluye todas las barras de acero usadas en el proyecto, las cuales fueron hechas al 100% con acero reciclado.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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