El edificio diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, en 1963, es una obra representativa de la arquitectura mexicana del siglo X, que ahora es declarada como Monumento Artístico por su valor estético y arquitectónico.
El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, declaró al Museo Nacional de Antropología como Monumento Artístico por su valor estético y arquitectónico.
El edificio diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, en 1963, es una obra representativa de la arquitectura mexicana del siglo XX y se puede incluir en el movimiento moderno, caracterizado por el funcionalismo y racionalismo que conjuga diversas corrientes internacionales, sin dejar de lado elementos tomados de la tradición mexicana.
El trámite inició en 2007, y la declaratoria se publicó hasta el 30 de julio, lo que le otorga al Museo Nacional de Antropología “un valor para los mexicanos, así como para la arquitectura nacional e internacional”, dice un comunicado del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El decreto del Ejecutivo Federal obliga a que se realice la gestión necesaria inscribir el edificio ubicado en la zona de Chapultepec en el Registro Público de Monumentos y Zonas Artísticas. Además, cualquier obra de conservación o restauración deberá ser previamente autorizada por el INBA.
La concepción del Museo Nacional de Antropología surgió durante la gestión de Jaime Torres Bodet como secretario de Educación Pública y formó parte del Programa para el Desarrollo de un Sistema de Museos y un corredor cultural en el Bosque de Chapultepec.
El inmueble es considerado una de las mejores obras del ejercicio profesional de su autor, Pedro Ramírez Vázquez, y una referencia obligada a nivel internacional en edificios de su tipo por sus características contemporáneas.
Cuenta con 45 mil metros cuadrados de construcción, de los cuales 30 mil funcionan como áreas de exhibición y 15 mil metros cuadrados están destinados a servicios académicos, como bibliotecas, áreas de investigación, talleres de restauración y servicios de apoyo.
Uno de los espacios más significativos del Museo Nacional de Antropología es el patio, mismo que además de ofrecer un vestíbulo a las áreas museográficas, es un elemento característico de la arquitectura mexicana de la cual Ramírez Vázquez hace importantes reminiscencias en todas sus obras.
En el mencionado patio se localiza una imponente columna que sostiene una gran cubierta metálica denominada “paraguas”, un elemento aparentemente con un solo apoyo, conformado por 80 cables que se sustentan en el mástil central.
Con la intención de enfatizar este elemento y volver el agua un elemento ornamental, se dotó a la columna de una corriente continua de agua convirtiéndola en una fuente invertida.
El concepto creativo de este “paraguas” estuvo a cargo de los artistas plásticos Tomás y José Chávez Morado.
Todo el tratamiento del patio es de carácter horizontal, pavimento pétreo y el gran estanque central de agua con vegetación lacustre.
En el proyecto cultural también participaron artistas como José y Tomás Chávez Morado, Mathias Goeritz, Carlos Mérida, Raúl Anguiano, Leonora Carrington, Rafael Coronel, Luis Covarrubias, Arturo Estrada, Manuel Felguérez, Arturo García Bustos, Jorge González Camarena, Iker Larrauri, Adolfo Mexiac, Nicolás Moreno, Pablo O´Higgins, Nadine Prado, Fanny Rabel, Regina Raull, Valeta Swann, Rufino Tamayo, Antonio Trejo y Alfredo Zalce.
El presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, declaró al Museo Nacional de Antropología como Monumento Artístico por su valor estético y arquitectónico.
El edificio diseñado por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, en 1963, es una obra representativa de la arquitectura mexicana del siglo XX y se puede incluir en el movimiento moderno, caracterizado por el funcionalismo y racionalismo que conjuga diversas corrientes internacionales, sin dejar de lado elementos tomados de la tradición mexicana.
El trámite inició en 2007, y la declaratoria se publicó hasta el 30 de julio, lo que le otorga al Museo Nacional de Antropología “un valor para los mexicanos, así como para la arquitectura nacional e internacional”, dice un comunicado del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
El decreto del Ejecutivo Federal obliga a que se realice la gestión necesaria inscribir el edificio ubicado en la zona de Chapultepec en el Registro Público de Monumentos y Zonas Artísticas. Además, cualquier obra de conservación o restauración deberá ser previamente autorizada por el INBA.
La concepción del Museo Nacional de Antropología surgió durante la gestión de Jaime Torres Bodet como secretario de Educación Pública y formó parte del Programa para el Desarrollo de un Sistema de Museos y un corredor cultural en el Bosque de Chapultepec.
El inmueble es considerado una de las mejores obras del ejercicio profesional de su autor, Pedro Ramírez Vázquez, y una referencia obligada a nivel internacional en edificios de su tipo por sus características contemporáneas.
Cuenta con 45 mil metros cuadrados de construcción, de los cuales 30 mil funcionan como áreas de exhibición y 15 mil metros cuadrados están destinados a servicios académicos, como bibliotecas, áreas de investigación, talleres de restauración y servicios de apoyo.
Uno de los espacios más significativos del Museo Nacional de Antropología es el patio, mismo que además de ofrecer un vestíbulo a las áreas museográficas, es un elemento característico de la arquitectura mexicana de la cual Ramírez Vázquez hace importantes reminiscencias en todas sus obras.
En el mencionado patio se localiza una imponente columna que sostiene una gran cubierta metálica denominada “paraguas”, un elemento aparentemente con un solo apoyo, conformado por 80 cables que se sustentan en el mástil central.
Con la intención de enfatizar este elemento y volver el agua un elemento ornamental, se dotó a la columna de una corriente continua de agua convirtiéndola en una fuente invertida.
El concepto creativo de este “paraguas” estuvo a cargo de los artistas plásticos Tomás y José Chávez Morado.
Todo el tratamiento del patio es de carácter horizontal, pavimento pétreo y el gran estanque central de agua con vegetación lacustre.
En el proyecto cultural también participaron artistas como José y Tomás Chávez Morado, Mathias Goeritz, Carlos Mérida, Raúl Anguiano, Leonora Carrington, Rafael Coronel, Luis Covarrubias, Arturo Estrada, Manuel Felguérez, Arturo García Bustos, Jorge González Camarena, Iker Larrauri, Adolfo Mexiac, Nicolás Moreno, Pablo O´Higgins, Nadine Prado, Fanny Rabel, Regina Raull, Valeta Swann, Rufino Tamayo, Antonio Trejo y Alfredo Zalce.
Por Arq.com.mx
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