Con sus líneas sencillas y alejadas de toda retórica, los japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, que recibieron ayer en EE UU el premio Pritzker, abogan por una arquitectura «abierta al entorno, pero también al ser humano
Este binomio unido en 1995 para crear el estudio SANAA (Sajima and Nishizawa and Associates) admitió estar «impresionado y feliz» por recibir el Pritzker. Ese 'Nobel' de Arquitectura, anunciado a finales de marzo, supone la coronación definitiva de la sutilidad y complejidad técnica de su obra, con edificios tan aplaudidos como el Museo de Arte de Kanazawa o el Rolex Learning Center de Lausana.
Tanto ella, Sejima, como él, Nishizawa, aseguran que cuando se sientan a trabajar lo hacen con un concepto en mente: «La apertura del espacio», para integrarse con el entorno pero también fomentar las relaciones entre las personas.
«El espacio varía en función del edificio y su tamaño, pero el concepto de apertura es siempre el mismo», explica Sejima
Este binomio unido en 1995 para crear el estudio SANAA (Sajima and Nishizawa and Associates) admitió estar «impresionado y feliz» por recibir el Pritzker. Ese 'Nobel' de Arquitectura, anunciado a finales de marzo, supone la coronación definitiva de la sutilidad y complejidad técnica de su obra, con edificios tan aplaudidos como el Museo de Arte de Kanazawa o el Rolex Learning Center de Lausana.
Tanto ella, Sejima, como él, Nishizawa, aseguran que cuando se sientan a trabajar lo hacen con un concepto en mente: «La apertura del espacio», para integrarse con el entorno pero también fomentar las relaciones entre las personas.
«El espacio varía en función del edificio y su tamaño, pero el concepto de apertura es siempre el mismo», explica Sejima
Por arq.com.mx
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