El Barroco en Francia
El centro de la producción arquitectónica es París, desde Luis XIII ahí se concentra todo el poder político, económico e intelectual de Francia.
Sobriedad, armonía y claridad son, las tres claves de la arquitectura barroca en Francia, la cual, a diferencia de lo que habría sucedido en Italia, estará concebida al servicio del poder establecido político (en vez del religioso) al igual que el resto de las artes. De ahí su majestuosidad y su clara vocación de ostentación.
Italia influye tanto en la arq. religiosa como en la civil. El Gesú sirve de modelo para las iglesias de S. Paul y S. Louis de París.
En la Arquitectura civil las formas italianas se transforman en un nuevo lenguaje de la arquitectura barroca a la francesa.
Conserva el dinamismo de los volúmenes barrocos, resueltos en masas más densas y estables, más clásicas y severas.
Esto crea un espacio ordenado, noble, siempre dentro de lo razonable y convencional.
Una serie de arquitectos donde sobresalen Le Mercier, Mansart y Levau trabajan para los reyes de Francia y la aristocracia, van creando el nuevo estilo.
Le Mercier, Arquitecto favorito del Cardenal Richeliu, participa en el nuevo edificio de La Sorbona, construye el templo y cúpula, la primera en Francia estilo Barroco, sigue la cúpula de Miguel Ángel para San Pedro.
Francois Mansart, En su composición armoniza macizos y vanos, cuerpos salientes y volúmenes en retroceso, unificados por las líneas simples y poderosas de los techos llamados a la francesa y posteriormente tomó de su inventor el nombre de mansardas.
Chateau at Blois, Blois, 1635-38 (Mansart, Francois).
Louis Le Vau, El de mayor talento de los tres, destaca el Castillo de Vaux-le Viconte.
Palacio de Versalles
Así, ciudades, palacios o jardines, el diseño en Francia estará puesto al servicio de la gloria del rey, él controla, todas las manifestaciones artísticas y artesanas que bajo su gobierno tengan lugar (famosísima será la Manufactura de Gobelinos, creada bajo el absolutismo del Rey Sol), siendo el máximo exponente de esta manipulación teatral el Palacio de Versalles, modelo posteriormente muy difundido por Europa y entorno perfecto para la exhibición del poder divino del rey.
"Iniciado" en el reinado de Luis XIII, será su hijo, Luis XIV, quien contribuya al desarrollo del aspecto que presenta en la actualidad.
Pensado como una gran "escenografía" en la cual presentar al monarca y su corte en todo su esplendor.
A Luis XIV no le gustaban las limitaciones de la vida citadina, por eso construye Versalles y desplaza el centro del gobierno a un lugar prácticamente despoblado, pero cerca de París.
La forma de vida creada por el absolutismo francés de Luis XIV necesita un estilo arquitectónico que refleje la nueva forma de vida ilimitadamente poderosa, rica, formal y refinada de la sociedad absolutista.
Nunca en toda la historia se han realizado trabajos a tal escala, ni se usó tanta inteligencia y dinero para crear un ámbito especial para enmarcar la vida de un rey, su corte y su gobierno.
Versalles se construye en tres épocas, por lo que sus formas no son las mismas.
Originalmente Versalles era un pabellón de caza mandado construir por Luis XIII.
Luis XIV conserva este edificio como centro del conjunto y encarga a La Vau, la construcción del palacio.
Más tarde decide trasladar la corte y el gobierno a Versalles y ordena una ampliación a Mansard, quien da al palacio su gigantesca escala final.
La importancia de Versalles es la composición de su inmenso parque y de las ligas que se establecen entre el edificio y el espacio geometrizado que el genio de Le Notre crea a su derredor y como se somete a la naturaleza por medio de la composición geométrica.
Expresa la soberanía intelectual del espíritu Barroco.
El centro de la producción arquitectónica es París, desde Luis XIII ahí se concentra todo el poder político, económico e intelectual de Francia.
Sobriedad, armonía y claridad son, las tres claves de la arquitectura barroca en Francia, la cual, a diferencia de lo que habría sucedido en Italia, estará concebida al servicio del poder establecido político (en vez del religioso) al igual que el resto de las artes. De ahí su majestuosidad y su clara vocación de ostentación.
Italia influye tanto en la arq. religiosa como en la civil. El Gesú sirve de modelo para las iglesias de S. Paul y S. Louis de París.
En la Arquitectura civil las formas italianas se transforman en un nuevo lenguaje de la arquitectura barroca a la francesa.
Conserva el dinamismo de los volúmenes barrocos, resueltos en masas más densas y estables, más clásicas y severas.
Esto crea un espacio ordenado, noble, siempre dentro de lo razonable y convencional.
Una serie de arquitectos donde sobresalen Le Mercier, Mansart y Levau trabajan para los reyes de Francia y la aristocracia, van creando el nuevo estilo.
Le Mercier, Arquitecto favorito del Cardenal Richeliu, participa en el nuevo edificio de La Sorbona, construye el templo y cúpula, la primera en Francia estilo Barroco, sigue la cúpula de Miguel Ángel para San Pedro.
Francois Mansart, En su composición armoniza macizos y vanos, cuerpos salientes y volúmenes en retroceso, unificados por las líneas simples y poderosas de los techos llamados a la francesa y posteriormente tomó de su inventor el nombre de mansardas.
Chateau at Blois, Blois, 1635-38 (Mansart, Francois).
Louis Le Vau, El de mayor talento de los tres, destaca el Castillo de Vaux-le Viconte.
Palacio de Versalles
Así, ciudades, palacios o jardines, el diseño en Francia estará puesto al servicio de la gloria del rey, él controla, todas las manifestaciones artísticas y artesanas que bajo su gobierno tengan lugar (famosísima será la Manufactura de Gobelinos, creada bajo el absolutismo del Rey Sol), siendo el máximo exponente de esta manipulación teatral el Palacio de Versalles, modelo posteriormente muy difundido por Europa y entorno perfecto para la exhibición del poder divino del rey.
"Iniciado" en el reinado de Luis XIII, será su hijo, Luis XIV, quien contribuya al desarrollo del aspecto que presenta en la actualidad.
Pensado como una gran "escenografía" en la cual presentar al monarca y su corte en todo su esplendor.
A Luis XIV no le gustaban las limitaciones de la vida citadina, por eso construye Versalles y desplaza el centro del gobierno a un lugar prácticamente despoblado, pero cerca de París.
La forma de vida creada por el absolutismo francés de Luis XIV necesita un estilo arquitectónico que refleje la nueva forma de vida ilimitadamente poderosa, rica, formal y refinada de la sociedad absolutista.
Nunca en toda la historia se han realizado trabajos a tal escala, ni se usó tanta inteligencia y dinero para crear un ámbito especial para enmarcar la vida de un rey, su corte y su gobierno.
Versalles se construye en tres épocas, por lo que sus formas no son las mismas.
Originalmente Versalles era un pabellón de caza mandado construir por Luis XIII.
Luis XIV conserva este edificio como centro del conjunto y encarga a La Vau, la construcción del palacio.
Más tarde decide trasladar la corte y el gobierno a Versalles y ordena una ampliación a Mansard, quien da al palacio su gigantesca escala final.
La importancia de Versalles es la composición de su inmenso parque y de las ligas que se establecen entre el edificio y el espacio geometrizado que el genio de Le Notre crea a su derredor y como se somete a la naturaleza por medio de la composición geométrica.
Expresa la soberanía intelectual del espíritu Barroco.
Por iiarquitectos
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