Los medios digitales, además de la representación como utilidad de origen, están orientados a impulsar el proceso creativo y de investigación de los arquitectos y diseñadores del nuevo milenio, sobre todo para los más jóvenes. El uso de la computadora, en una primera lectura, podría ser visto actualmente dentro del rango de lo convencional, sobre todo, cuando a este instrumento se le considera como una mera herramienta que sustituye al dibujo de lápiz y tinta, de reglas y escuadras.
Para los arquitectos y diseñadores del nuevo milenio, sobre todo para los más jóvenes, el uso de la computadora, en una primera lectura, podría ser visto dentro del rango de lo convencional, sobre todo, cuando a este instrumento se le considera como una mera herramienta que sustituye al dibujo de lápiz y tinta, de reglas y escuadras; dado el grado de vida virtual cotidiana, lo anterior, resulta irónico.
El potencial del trabajo digital, con los nuevos programas e instrumentos como: cámaras digitales, tabletas de dibujo y escáners, supera por mucho las convenciones si se le mira como una extensión de la visualización y como un enlace con las facultades intelectuales e inventivas de los proyectistas. Asimilando esto, es donde comienza la verdadera utilidad de los medios digitales que, por encima de la pura representación, está orientada a impulsar el proceso creativo y de investigación.
La era digital además de que ha remodelado radicalmente la relación entre la concepción y la edificación de un proyecto, también lo ha hecho en su funcionamiento, pues ya que además de surgir del espacio digital, algunos edificios, denominados como inteligentes, pueden ser controlados desde la misma computadora: el suministro de agua, temperatura, ventilación e iluminación se pueden regular desde un programa especial para ello.
La computadora invita a fantasear, pero con la seguridad de lo que se diseña puede ser analizado con anterioridad a su construcción, en todos sus detalles, de esta forma es muy difícil incurrir en algún error estructural, de instalaciones, de cálculo presupuestal, o desaciertos formales, visualizando un proyecto en la pantalla de la computadora desde su inicio.
La facilidad con que se trabaja, les concede a los creadores la posibilidad de desarrollar proyectos de una gran complejidad estructural y que en muchos casos tienden hacia lo escultórico, en donde la solución formal es de gran relevancia; de hecho, la imagen de muchas de las obras paradigmáticas de finales del siglo XX y de comienzos del XXI es, en gran medida, resultado del trabajo digital.
Uno de los primeros proyectos derivados del uso de las más innovadoras tecnologías digitales es el Museo Guggenheim de Bilbao, del arquitecto canadiense Frank O. Gehry, quien en el año de 1997, mediante la utilización de avanzados programas para modelado 3d le dio forma al singular edificio que alberga hoy una de las colecciones más importantes de arte contemporáneo. La solución formal de Gehry fundó una nueva etapa en la historia de la arquitectura, en la que el edificio, más que puro contenedor ha rebasado su función original para convertirse en un icono urbano que ha regenerado la ciudad e incluso la ha convertido en importante centro turístico que por su extravagancia atrae a miles de turistas año con año.
Otra de las grandes ventajas del trabajo digital es que permite conjugar diferentes técnicas: los dibujos a mano alzada y las maquetas tradicionales con soluciones gráficas digitales, transformando el proceso de diseño en un híbrido digital. Este tipo de trabajo ha impulsado un movimiento de nuevos proyectos cuyo proceso de diseño incluye la realización de maquetas tradicionales que son digitalizadas para posteriormente ser trabajadas en la computadora. Tal es el caso del trabajo que realiza una de las figuras más representativas de la arquitectura del Nuevo Milenio, Zaha Hadid. Aunque ella misma no utiliza la computadora, sus bocetos –que suelen ser más de 100 para una misma investigación formal-, los modelos e incluso sus pinturas, son digitalizados, pues de otra forma, los grafismos de la arquitecta iraní serían muy difíciles de traducir a la tercera dimensión; de hecho, las obras de Zaha Hadid, serían impensables sin el uso de programas para dibujo y modelado 3D.
Es importante mencionar que las recientes edificaciones, de dinámicas y audaces formas, no son una novedad, ya los futuristas italianos las proclamaban en el Manifiesto de Arquitectura Futurista, escrito por Antonio Sant' Elia a principios del siglo XX, sin embargo, para los pioneros de la arquitectura contemporánea, los recursos tecnológicos disponibles en su época no fueron suficientes para poner en pie lo que hoy sí es posible.
Hasta ahora, el sueño de las metrópolis dominadas por torres de gran altura, se ha cumplido: la fascinación por la escala, los nuevos materiales y la velocidad, heredada de los arquitectos de comienzos del siglo XX es ahora realidad tangible. Un interesante ejemplo es el Hotel Yas de Abu Dhabi, diseñado por el despacho de arquitectura Asymptote Architecture. Con los programas para diseño arquitectónico, materiales y sistemas constructivos más recientes, los arquitectos de Asymptote Architecture le han dado forma, de manera literal, al sueño de Filippo Tomasso Marinetti en un edificio que exalta, la velocidad, el movimiento y la magnificencia del automóvil.
La computadora y sus aplicaciones hoy significa lo que la perspectiva para los artistas y arquitectos del Renacimiento: es un recurso que está cambiando radicalmente la concepción del espacio, la forma y la manera de construir.
Para los arquitectos y diseñadores del nuevo milenio, sobre todo para los más jóvenes, el uso de la computadora, en una primera lectura, podría ser visto dentro del rango de lo convencional, sobre todo, cuando a este instrumento se le considera como una mera herramienta que sustituye al dibujo de lápiz y tinta, de reglas y escuadras; dado el grado de vida virtual cotidiana, lo anterior, resulta irónico.
El potencial del trabajo digital, con los nuevos programas e instrumentos como: cámaras digitales, tabletas de dibujo y escáners, supera por mucho las convenciones si se le mira como una extensión de la visualización y como un enlace con las facultades intelectuales e inventivas de los proyectistas. Asimilando esto, es donde comienza la verdadera utilidad de los medios digitales que, por encima de la pura representación, está orientada a impulsar el proceso creativo y de investigación.
La era digital además de que ha remodelado radicalmente la relación entre la concepción y la edificación de un proyecto, también lo ha hecho en su funcionamiento, pues ya que además de surgir del espacio digital, algunos edificios, denominados como inteligentes, pueden ser controlados desde la misma computadora: el suministro de agua, temperatura, ventilación e iluminación se pueden regular desde un programa especial para ello.
La computadora invita a fantasear, pero con la seguridad de lo que se diseña puede ser analizado con anterioridad a su construcción, en todos sus detalles, de esta forma es muy difícil incurrir en algún error estructural, de instalaciones, de cálculo presupuestal, o desaciertos formales, visualizando un proyecto en la pantalla de la computadora desde su inicio.
La facilidad con que se trabaja, les concede a los creadores la posibilidad de desarrollar proyectos de una gran complejidad estructural y que en muchos casos tienden hacia lo escultórico, en donde la solución formal es de gran relevancia; de hecho, la imagen de muchas de las obras paradigmáticas de finales del siglo XX y de comienzos del XXI es, en gran medida, resultado del trabajo digital.
Uno de los primeros proyectos derivados del uso de las más innovadoras tecnologías digitales es el Museo Guggenheim de Bilbao, del arquitecto canadiense Frank O. Gehry, quien en el año de 1997, mediante la utilización de avanzados programas para modelado 3d le dio forma al singular edificio que alberga hoy una de las colecciones más importantes de arte contemporáneo. La solución formal de Gehry fundó una nueva etapa en la historia de la arquitectura, en la que el edificio, más que puro contenedor ha rebasado su función original para convertirse en un icono urbano que ha regenerado la ciudad e incluso la ha convertido en importante centro turístico que por su extravagancia atrae a miles de turistas año con año.
Otra de las grandes ventajas del trabajo digital es que permite conjugar diferentes técnicas: los dibujos a mano alzada y las maquetas tradicionales con soluciones gráficas digitales, transformando el proceso de diseño en un híbrido digital. Este tipo de trabajo ha impulsado un movimiento de nuevos proyectos cuyo proceso de diseño incluye la realización de maquetas tradicionales que son digitalizadas para posteriormente ser trabajadas en la computadora. Tal es el caso del trabajo que realiza una de las figuras más representativas de la arquitectura del Nuevo Milenio, Zaha Hadid. Aunque ella misma no utiliza la computadora, sus bocetos –que suelen ser más de 100 para una misma investigación formal-, los modelos e incluso sus pinturas, son digitalizados, pues de otra forma, los grafismos de la arquitecta iraní serían muy difíciles de traducir a la tercera dimensión; de hecho, las obras de Zaha Hadid, serían impensables sin el uso de programas para dibujo y modelado 3D.
Es importante mencionar que las recientes edificaciones, de dinámicas y audaces formas, no son una novedad, ya los futuristas italianos las proclamaban en el Manifiesto de Arquitectura Futurista, escrito por Antonio Sant' Elia a principios del siglo XX, sin embargo, para los pioneros de la arquitectura contemporánea, los recursos tecnológicos disponibles en su época no fueron suficientes para poner en pie lo que hoy sí es posible.
Hasta ahora, el sueño de las metrópolis dominadas por torres de gran altura, se ha cumplido: la fascinación por la escala, los nuevos materiales y la velocidad, heredada de los arquitectos de comienzos del siglo XX es ahora realidad tangible. Un interesante ejemplo es el Hotel Yas de Abu Dhabi, diseñado por el despacho de arquitectura Asymptote Architecture. Con los programas para diseño arquitectónico, materiales y sistemas constructivos más recientes, los arquitectos de Asymptote Architecture le han dado forma, de manera literal, al sueño de Filippo Tomasso Marinetti en un edificio que exalta, la velocidad, el movimiento y la magnificencia del automóvil.
La computadora y sus aplicaciones hoy significa lo que la perspectiva para los artistas y arquitectos del Renacimiento: es un recurso que está cambiando radicalmente la concepción del espacio, la forma y la manera de construir.
Por iiarquitectos
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