La Gran Terraza es una plataforma construida con las mayores piedras talladas conocidas, bloques megalíticos que fueron cortados con gran precisión y colocados para formar unos fundamentos de 460.000 metros cuadrados de superficie. En esta plataforma se encuentran los tres colosales bloques conocidos como el Trilithon, cada uno de los cuales mide casi 20 metros de largo, con una altura de aproximadamente 4 metros y un ancho de 3. El peso de cada uno de esos monolitos monstruosos se ha estimado entre mil y dos mil toneladas; son de granito rojo, y fueron extraídos de la cantera a más de un kilómetro de distancia, valle abajo respecto a la construcción. No existe ningún mecanismo en la actualidad, ninguna tecnología moderna, capaz de mover su gran peso y colocarlo precisamente en ese lugar. Aún es más extraordinario el hecho de que en la cantera haya quedado un bloque aún mayor, conocido por los árabes como Hajar el Gouble, o Piedra del Sur.
Entre los monumentos de Baalbek se encuentran tres templos: el Gran Templo de Júpiter,
el Templo del Sol y el Templo Circular de Venus; todos ellos datan del siglo II d.C. La llamada Acrópolis, en cuya plataforma se erigieron dos de los templos, es más antigua. Baalbek ha sido destruida casi por completo por terremotos y guerras, pero incluso hoy se dice que sus ruinas son las más hermosas que existen. El atrevimiento de su arquitectura y las gigantescas dimensiones de algunos de los monolitos de Acrópolis están entre los muchos rasgos que interesan tanto al científico como al viajero. La historia política de Baalbek es la del país que lo rodea
Entre los restos de antiguos templos en Baalbek, Líbano, se encuentra el templo de Júpiter,
mostrado aquí, que en su tiempo midió 69,2 m de largo por 35,7 m de ancho. Lo que me hace suponer que la plataforma o basamento es de mayor dimensión.
Los partidarios de la hipótesis de los "antiguos astronautas" suelen insinuar que las ruinas
romanas de Baalbek resultan insignificantes en comparación con la masiva plataforma que las soporta. No es verdad. La acrópolis de Baalbek es el mayor y mejor conservado ejemplo de la arquitectura romana que ha llegado hasta nosotros, y su Templo de Júpiter el mayor de todos los conocidos. En otras palabras, una obra auténticamente monumental. Éste era un edificio de estilo corintio, con 10 columnas en cada frente y 19 en cada lado, cada una de 18,9 metros de alto y 2,3 de diámetro (de éstas quedan en pie en la actualidad sólo seis). Las 84 columnas del pórtico estaban talladas en granito rosa procedente nada menos que de Assuan (en el Alto Egipto). Al parecer, este templo se hallaba dedicado a tres deidades: el dios del trueno sirio Hadad, asimilado a Júpiter, la diosa siria de la naturaleza Atagartis, asimilada a Venus, y un joven dios, Aliyan, probablemente un espíritu de la vegetación, igualado por los romanos con Mercurio.
Entre los monumentos de Baalbek se encuentran tres templos: el Gran Templo de Júpiter,
el Templo del Sol y el Templo Circular de Venus; todos ellos datan del siglo II d.C. La llamada Acrópolis, en cuya plataforma se erigieron dos de los templos, es más antigua. Baalbek ha sido destruida casi por completo por terremotos y guerras, pero incluso hoy se dice que sus ruinas son las más hermosas que existen. El atrevimiento de su arquitectura y las gigantescas dimensiones de algunos de los monolitos de Acrópolis están entre los muchos rasgos que interesan tanto al científico como al viajero. La historia política de Baalbek es la del país que lo rodea
Entre los restos de antiguos templos en Baalbek, Líbano, se encuentra el templo de Júpiter,
mostrado aquí, que en su tiempo midió 69,2 m de largo por 35,7 m de ancho. Lo que me hace suponer que la plataforma o basamento es de mayor dimensión.
Los partidarios de la hipótesis de los "antiguos astronautas" suelen insinuar que las ruinas
romanas de Baalbek resultan insignificantes en comparación con la masiva plataforma que las soporta. No es verdad. La acrópolis de Baalbek es el mayor y mejor conservado ejemplo de la arquitectura romana que ha llegado hasta nosotros, y su Templo de Júpiter el mayor de todos los conocidos. En otras palabras, una obra auténticamente monumental. Éste era un edificio de estilo corintio, con 10 columnas en cada frente y 19 en cada lado, cada una de 18,9 metros de alto y 2,3 de diámetro (de éstas quedan en pie en la actualidad sólo seis). Las 84 columnas del pórtico estaban talladas en granito rosa procedente nada menos que de Assuan (en el Alto Egipto). Al parecer, este templo se hallaba dedicado a tres deidades: el dios del trueno sirio Hadad, asimilado a Júpiter, la diosa siria de la naturaleza Atagartis, asimilada a Venus, y un joven dios, Aliyan, probablemente un espíritu de la vegetación, igualado por los romanos con Mercurio.
Por iiarquitectos
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