
El encargo consistía básicamente en crear un ambiente más romántico para la inscripción de los matrimonios, que según dicen la ceremonia ha perdido su sentido original debido a la triste y poco expresiva configuración de la mayoría de las oficinas de registro en China.
El nuevo espacio pretende dar lugar a la celebración de las fiestas de las bodas. Ofreciendo cómodos y amplios espacios para el disfrute de los recien casados y sus invitados. El edificio es ordenado y zonificado solamente en función del acto de la unión de la pareja. La entrada y salida son a través de largos y estrechos puentes que pasan sobre un gran charco de agua. Marcando de una manera distinta el acceso al “comienzo de una nueva vida”.


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