
Un extraordinario ejemplo del uso del concreto es la denominada Casa Ladeira, una vivienda unifamiliar diseñada por el despacho portugués de arquitectura Oficina d’Arquitectura.
La casa está ubicada en un entorno de clima extremoso, en medio de con un escenario montañoso, dominado por roca de granito, donde por las duras condiciones climáticas, la humanidad ha marcado poco su presencia.
La Casa Ladeira propone una solución arquitectónica sencilla, sin embargo sus espacios son extraordinarios, ya que además de bellos y acogedores, hacen eco del paisaje rocoso en el que se encuentra la casa. La manera como los creadores del proyecto planearon el acabado del concreto –aparente y con un terminado burdo- le imprime a la casa un toque rústico, que se integra muy bien al grado que parece mimetizarse con el entorno.
En este caso, el concreto responde a la demanda del material y el volumen se quiebra siguiendo la escarpada pendiente del terreno.




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