Esta casa, obra del estudio de arquitectura Atelier Delphine Carrere, se encuentra en un gran bosque de pinos, cerca de la playa de Anglet, en la costa atlántica francesa. Los grandes pinos dibujan una línea vertical al igual que el revestimiento de madera de la casa, participando en su inserción en el sitio.
Desde la carretera, la vista hacia la vivienda genera una sensación muy diferente que la del jardín: no es abierta con el fin de preservar la privacidad de los ocupantes, dejando solo algunos puntos abiertos al paisaje.
Desde la piscina, las grandes aperturas ofrecen una conexión con el exterior. La sala de estar es acogedora como una cabaña, sobresale a la larga piscina y se enfrenta al arbolado circundante. El espacio nocturno se sitúa en el nivel del jardín, con las grandes ventanas correderas totalmente abiertas, deslizando grandes paneles de madera.
El dormitorio principal se encuentra en el punto más alto de la casa, desde donde obtiene una vista de 360°.
Por iiarquitectos y arq.com.mx
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